Afganistán: hierro caliente
19 de mayo de 2006En Afganistán aumenta la violencia. En particular en las provincias del sur se registran una y otra vez duros enfrentamientos armados entre talibanes y soldados afganos y extranjeros.
Los nuevos enemigos
El diario polaco GAZETA WYBORCZA, de Varsovia, opina:
"Una de las causas principales de esta escalada es la substitución de tropas estadounidenses por tropas de la OTAN. En marzo y abril, los británicos comenzaron a asumir el control de la provincia de Helmand, no sólo la patria de los talibanes, sino también un centro de producción de opio. Los canadienses substituyen a los estadounidenses en Kandahar y los holandeses, en Urusgan. Cuando los talibanes se enteraron de esos cambios, comenzaron de inmediato a atacar a sus nuevos enemigos. Su objetivo es matar el mayor número posible de soldados de la OTAN, para disuadir a los respectivos países miembros de la OTAN de participar en la misión en Afganistán".
Que se queme otro
LA REPUBBLICA, de Roma, Italia, editorializa:
"Los talibanes quieren emitir una señal: estamos con vida y en condiciones de poner en dificultades al Gobierno de Kabul. Pero más que el número de ataques da que pensar el momento. En otras palabras, es difícil de creer que no exista relación alguna entre el aumento de los ataques de los talibanes y el plan para una paulatina retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán. Los EEUU están decididos a pasar la 'papa caliente' que es Afganistán –y que cada día está más caliente– a manos de la OTAN."
Algo que antes no había
El diario conservador FRANKFURTER ALLGEMEINE ZEITUNG, de Fráncfort del Meno, Alemania, dice por si parte: "¿Existe ahora en Afganistán algo que hace algunos años no había: una estrecha relación entre Irak y los talibanes? Combatientes islámicos, que luego de la guerra de los estadounidenses y británicos contra Saddam Hussein se marcharon a Mesopotamia han regresado quizás a Afganistán, donde ahora refuerzan las filas de los talibanes. Así pueden explicarse algunos de los recientes enfrentamientos en el sur de Afganistán, en los cuales murieron posiblemente más de cien seres humanos. La mayoría de los afganos rechazan la violencia. A los talibanes, el pueblo no los quiere, pero existen más de ellos de lo que se quiere creer".
Demasiado espacio libre
El diario liberal de izquierda SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, de Múnich, Alemania, opina: "Casi todos los días hay combates en Afganistán, son quemadas escuelas o explotan bombas. El 2005 fue el año más sangriento de la posguerra y el 2006 será seguramente peor. La fuerza ISAF, comandada por la OTAN, que se había instalado en la zona relativamente tranquila alrededor de Kabul, la capital, en el norte y en el oeste, es reforzada y se traslada cada vez más al olvidado sur. Allí las espera un enemigo, al que, a pesar de la presencia hasta ahora de tropas norteamericanas antiterroristas, se le ha dejado mucho espacio para que se reorganice."