70 años de Peter Handke
5 de diciembre de 2012Cuando hizo su aparición en la escena literaria, los escritores todavía llevaban gafas de carey y trajes. Las brumas de los años de la posguerra cubrían Alemania, y un joven provinciano y enjuto, de chaqueta de cuero raída y pelo largo, conmocionó el medio literario. Acusó a la literatura alemana de “impotencia descriptiva” y se convirtió poco después, con su obra de teatro “Insultos al público” en el enfant terrible de la literatura.
La provocación como programa
Joven e irrespetuoso, un Handke de 25 años causa revuelo en los círculos literarios y sus gestos provocantes lo acompañan y marcan su imagen. En sus libros mezcla a Nietzsche con textos de canciones de rock y escribe sobre sus raíces eslovenas. Con los años, su propia vida se vuelve su fuente de inspiración. El cuento “Wunschloses Unglück” (1972), Desgracia impeorable, en el cual elabora el suicidio de su madre, sigue siendo un uno de los más fascinantes y conmovedores a través de sus cuestionamientos, sus frases inconclusas, sus dudas.
En los años 80 y 90 sus libros ya estaban por doquier. “El miedo del arquero ante el tiro penal” se convirtió en lectura obligada en las escuelas. Tradujo, trabajó como director de cine, escribió el guión para “Der Himmel über Berlin” (El cielo sobre Berlín), de su amigo Wim Wenders. Finalmente, al parecer, el mismo autor se cansó de tanta actividad; el revolucionario se había convertido en un literato reconocido y galardonado, entre otros, con el famoso premio alemán Georg-Büchner.
Grandeza y errores
Como si hubiera querido –una vez más- conjurar al duende de lo incómodo y clavar una espina en la moderación social, en 1996 Handke tomó una posición política que para muchos fue equivocada. Después de la separación de Yugoslavia, el escritor tomó partido por Serbia y protestó por el bombardeo de la OTAN. Visitó al presunto criminal de guerra Radovan Kardzic y la tumba de Slobodan Milosevic. Y escribió sobre ello.
Su crónica de viaje "Eine winterliche Reise zu den Flüssen Donau, Save, Morawa und Drina oder Gerechtigkeit für Serbien", Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Save, Morava y Drina, o justicia para Serbia, fue despedazado por las críticas. La Comedie Francaise de París canceló una puesta en escena de una obra de Handke, y en 2006 hubo un gran escándalo por que le habían concedido el premio Heinrich Heine. Finalmente, Peter Handke renunció voluntariamente al galardón.
¿Un gran escritor puede permitirse grandes errores? ¿Es Handke un reaccionario político o un poeta con ganas de provocar y de torpedear la unanimidad pública? El escritor siempre se negó a dar una respuesta; se recluyó en su casa de París y da muy raras veces una entrevista.
En el 2008 apareció su libro “Die morawische Nacht” (La noche de Moravia), la historia de una odisea por Europa en busca de la propia vida. La rigidez política cede el paso en esta obra a una autorreflexión poética. Parece que Handke hubiese querido espantar los malos espíritus de los últimos años.
Su lenguaje coloca a la poesía en los entresijos, en los espacios intermedios. La distancia se mantiene siempre, las cosas se observan desde el margen, pero lo más íntimo y personal aflora: es ésta la contradicción que siempre ha caracterizado tanto la obra y la persona de Peter Handke, que cumple 70 años y sigue siendo un gran e incómodo escritor.
Autor: Aygül Cizmecioglu/Mirra Banchón
Editora: Cristina Papaleo