"Las revoluciones no duran 54 años"
9 de mayo de 2013Ondeando banderas cubanas, del Partido Comunista alemán, del partido La Izquierda, e imágenes del “Che” Guevara, un grupo de manifestantes se apostó desde la tarde del miércoles a la entrada del Instituto Cervantes en Berlín, acusando a Yaoni Sánchez de ser instrumento de la propaganda estadounidense y de ser financiada por dicho país. Le reclamaron haberse reunido con figuras de extrema derecha durante su periplo de tres meses que la ha llevado a Brasil, Argentina, Perú, Estados Unidos, España, Suiza y ahora Alemania, y de querer volver a la época de Batista. “¡Cállate! ¡Cuba sí! ¡Yoani no!, se leía en pancartas.
Yoani Sánchez, quien se hiciera célebre por sus críticos y breves relatos sobre la vida cotidiana en Cuba publicados en su blog “Generación Y” desde hace seis años, se ha convertido en una de las pioneras de las redes sociales en Cuba con unos 500.000 seguidores en su cuenta de Twitter. En Berlín dijo querer ser un puente de diálogo y que si la dejaran escribiría en el diario oficial Granma. La activista dijo estar acostumbrada al insulto y las protestas. “Con estas protestas estoy viviendo un adelanto del futuro en carne propia, de lo que quisiera vivir en mi país, que alguien pudiera protestar contra un político sin temer que lo encierren durante 20 o 30 años”.
Aprender a vivir con miedo
La plática de la bloguera, que alternó con el periodista del diario TAZ, Bernd Pickert, en el Instituto Cervantes de Berlín, en donde la aguardaba un auditorio repleto, se convirtió en escenario de confrontación. Los manifestantes de afuera la interpelaban adentro a gritos dejando en evidencia sus limitaciones para expresarse. "¿Qué clase de Cuba quiere?, ¿quiere hospitales privados?" La elocuente Yoani respondía con sencillez a sus críticos: "Quiero hospitales sociales, que las escuelas no tengan que estar endoctrinadas por el Partido. Las revoluciones no duran 54 años. En mi país lo que hay es una dictadura de una familia, que controla la televisión y los medios, es una dictadura científica que ha controlado al cubano desde pequeño”, dijo y recordó cuando su hijo le contó que en su clase había un compañero que llevaba una lista secreta de quienes "se portaban mal". Nadie sabía quien era. “Le dije que tenía que aprender a vivir siendo vigilado" relató. "Se controla y se maneja con el miedo a la población desde pequeños”.
Interrogada sobre la reforma migratoria que le permitió salir de la isla después de que las restricciones para viajar dejaran a familias divididas durante décadas, la disidente cubana señaló que seguirá habiendo un grupo de prisioneros que no podrá salir, como los detenidos durante la llamada “primavera negra”, hace diez años, y personas que no pueden salir como médicos, por restricciones profesionales. Yoani señaló que llevaba cinco años insistiendo, y que seguramente personas como ella serían un termómetro para las autoridades cubanas. Sin embargo lamentó que un amigo suyo en Berlín le dijera que le encantaría acompañarla a su plática, pero que una fotografía suya en el Cervantes bastaría para que le cerraran las puertas de regreso a Cuba.
“Estoy aquí por culpa de los libros”
La filóloga y periodista cubana (Premio Ortega y Gasset 2008) dijo estar en el Cervantes por culpa de los libros y agradeció que le hicieran alguna pregunta sobre literatura. Nacida en La Habana en 1975, dijo pertenecer a una generación marcada por la crisis de los balseros. “Llegamos a la adultez sin esperanza”, dijo. “La capacidad del régimen para intimidar se traduce en el miedo que provoca que la gente finja que está a favor de algo aunque no lo esté”
La bloguera hizo reír a su público al describir el ingenio de los cubanos en su lucha por la supervivencia diaria, al señalar que las reformas introducidas por Raúl Castro siempre se dan de manera tardía, superadas por la realidad, como cuando permitieron a los cubanos el uso de teléfonos celulares, después de que miles de ciudadanos ya usaban líneas telefónicas a nombre de turistas extranjeros. “Hay cientos de miles de antenas parabólicas escondidas en los hogares cubanos. Somos especialistas en buscar todo lo prohibido, lo censurado, como buscamos huevos y pollo”.
Millonaria en amigos
La disidente cubana señaló ser millonaria en amigos y querer volver a su país, al que ama. No faltó la pregunta en torno a quién financia su viaje, la que más se ha repetido durante su gira. “Detrás de esa pregunta está el horror de que ningún cubano pueda jamás viajar con su salario. Una persona con un salario de 20 dólares al mes tiene un grillete de sumisión que hace que no pueda pagarse un viaje a ninguna parte. En mi caso llevaba cinco años acumulando invitaciones a eventos informáticos, presentaciones de mis libros y pláticas en universidades. Cuando el cerrojo insular se abrió todas estas invitaciones se acumularon y estructuré mi viaje de prisa, sin mucha lógica, he cruzado varias veces el Atlántico”.
La ONG Reporteros sin Fronteras (RsF), una de las instituciones que invitó a Yoani a Berlín, destacó su preocupación por el reciente encarcelamiento de dos periodistas en Cuba. “Cuba es una dictadura que reprime de manera sistemática la libertad de expresión. Nos preocupa el control de Internet, la vigilancia de la red, para lo que se usan nuevos métodos, como ataques cibernéticos”, afirmó el director de RsF, Christian Mihr.
Entre los asistentes, el cubano Jorge Luis García Vázquez, reclamó la liberación de todos los presos políticos, pidió libertad de expresión en Cuba y un diálogo nacional.
Autora: Eva Usi
Editora: Rosa Muñoz Lima