Una década de guerra civil ha desangrado Yemen. En el norte, las milicias hutíes instauraron un imperio aislado donde reinan la opresión, el hambre y los desplazamientos forzados. Es un Estado policial en el que las fuerzas de seguridad vigilan cada paso y cada palabra. Las organizaciones internacionales describen la situación en Yemen como una de las mayores catástrofes humanitarias del mundo. Los rebeldes hutíes se apoderaron de la capital, Saná, hace diez años, lo que obligó al gobierno reconocido por la comunidad internacional a desplazarse al sur. Hoy, sobre los muros del centro histórico de la ciudad ondean banderas de Yemen y de Gaza unidas. La propaganda hutí aumenta la tensión y los ataques de Israel contra Gaza despiertan recuerdos en Yemen, donde miles de civiles murieron bajo los ataques aéreos de una coalición internacional liderada por Arabia Saudí. Por todas partes hay fotos de milicianos muertos, muchos de ellos probablemente menores. Los recientes ataques hutíes contra Israel y los buques en el mar Rojo pusieron de nuevo a las milicias en el punto de mira de la opinión pública. A nivel nacional, su nueva "guerra santa” dirige el descontento de la población contra un enemigo común. El reportaje ofrece una visión poco frecuente del territorio de los hutíes. Muestra combatientes, pero también víctimas de las milicias, que luchan desesperadamente por la supervivencia de sus hijos, ya casi sin esperanzas de poder vivir en paz.