Ya nada es como antes - Nueva York, 15 años tras el 11-S
6 de septiembre de 2016
Elecciones presidenciales en Estados Unidos. Donald Trump habla con desdén sobre las minorías de EE.UU., especialmente de los musulmanes. Quiere impedir su entrada al país. Los musulmanes residentes en Estados Unidos se sienten discriminados y bajo sospecha general. Es el caso de Aber Kawas, de 24 años, una trabajadora social neoyorquina con raíces jordanas: “Estoy harta de la islamofobia. Me ha perseguido toda mi vida. Estaba en la escuela primaria cuando ocurrió el 11-S. Han pasado ya 15 años, pero los ataques contra los musulmanes y las detenciones continúan. ¿Cuánto tiempo más?”. La polarización social es una consecuencia de los atentados del once de septiembre.
Estas guerras continuarán a lo largo de generaciones
Para los estadounidenses fue un duro golpe comprobar la vulnerabilidad en su propio país. El Estado reaccionó con firmeza, pero la guerra contra Irak no sólo desestabilizó al país, sino a toda la región. Con el ascenso del autodenominado Estado Islámico como consecuencia del vacío de poder en Irak y Siria, creció la amenaza del terrorismo islámico en todo el mundo. El exgeneral David Petraeus, comandante en jefe del ejército estadounidense en Irak entre 2007 y 2008, dice: “Son conflictos que se prolongarán durante generaciones”.
El trauma
Más de 2700 personas murieron solo en las torres del World Trade Center. Los que lograron sobrevivir, están traumatizados; como el policía retirado Denis Frederick. Estuvo en los edificios en llamas y salvó a muchas personas. Hoy tiene 64 años y sólo puede ir acompañado al ground zero. Desde los atentados no ha vuelto a trabajar.
¿Héroes o víctimas inútiles?
Los padres de James McNaughton consideran que su hijo es un héroe. Murió en Irak en 2005, asesinado por un francotirador. Hoy, una calle de su localidad natal lleva su nombre, así como un edificio en la cárcel de Guantánamo. A pesar del luto por la muerte del hijo, no cuestionan las operaciones militares estadounidenses después del 11-S. Como republicanos convencidos, Michele y William McNaughton votarán en noviembre a Donald Trump, a pesar de que lo que en realidad anhelan es la reconciliación.
Una nación, un mundo al borde del abismo
Mientras que el Estado respondió endureciendo las medidas de seguridad y tratando de imponer un estricto sistema de vigilancia, los habitantes de Nueva York viven desde 2001 una era marcada por la desconfianza y el recelo. Patriotismo y libertades civiles, religión y tolerancia, educación y sentido de la justicia... Los ataques parecen haber distorsionado las coordenadas fundamentales de la sociedad estadounidense, y han dejado tras de sí una profunda sensación de incertidumbre que se resiste a desaparecer. El fotógrafo David Margules, que captó con su cámara las labores de rescate, dice: „Estamos al borde del abismo; una nación, un mundo al borde del abismo”.
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