Y los dioses sonríen
8 de julio de 2002Después de dos años de construcción se inauguró este fin de semana en la ciudad westfalica de Hamm el templo hindú más grande de Europa continental. Alrededor de 3000 hindúes de toda Alemania celebraron la inauguración con una fiesta espectacular que duró 13 horas.
Para los habitantes alemanes de la pequeña ciudad en el oeste del país fue un acontecimiento que despertó curiosidad y admiración. "Estamos muy orgullosos de este templo y que Hamm sea ahora el centro religioso de los hindúes en toda Europa" explica el alcalde Thomas Hunsteger-Petermann.
El templo se extiende sobre 700 metros cuadrados, ofrece un patio interior de gran tamaño, dos torres y 180 estatuas de diferentes dioses del hinduismo. El ejemplo arquitectónico es el templo Kamadchi en Kanchipur, la ciudad sagrada al sur de India.
Un sacerdote con una visión
Los costos de la construcción alcanzaron 1 millón de euros y fueron donados por los mismos hindúes residentes en Alemania. Fue el sacerdote Sri Paskaran quien recolectó ese dinero con una energía impresionante. El tamil de 39 años tuvo que huir con su familia de Sri Lanka cuando estalló la guerra civil. En la ciudad de Hamm encontró refugio, sirvió durante 13 años a su parroquia y empezó a convencer a muchas personas de Hamm de su gran proyecto.
Los devotos dieron gritos de alegría cuando el sacerdote abrió el altar principal. Sobre el domina la estatua de la diosa Sri Kamadchi Ampal, a la que este templo fue dedicado. Sus ojos de amor deberán ahora beneficiar a los creyentes con paz y suerte. Durante las festividades en el interior del templo no pudo faltar una vaca. Este animal es sagrado en el hinduismo y juega un papel central en las ceremonias religiosas.
La bendición del templo se convirtió rápidamente en una gran fiesta para los hindúes y sus huéspedes. Miles de hombres y mujeres procedentes de India y Sri Lanka en sus trajes tradicionales, se trasladaron en su imaginación a las orillas del Ganges. El sacerdote Sri Paskaran espera en el futuro diariamente 300 visitantes y peregrinos.
Arquitecto por azar
El arquitecto alemán Heinz-Reiner Eichhorst observó las festividades con orgullo y satisfacción. Fue pura casualidad que haya sido él quien tuvo el honor de realizar este templo tan singular en Alemania. Hace dos años que el Sacerdote Paskaran abrió las paginas amarillas de la ciudad y dejó caer su dedo "guiado por la voluntad divina" sobre el nombre de Eichhorst. De este modo el sacerdote no solo encontró a un arquitecto sino también a un amigo.
Pero la persona más feliz en estos días es el sacerdote Paskaran. Dos años tardará todavía finalizar las pinturas sobre las torres, hasta que el templo con todos sus diferentes colores, se imponga definitivamente sobre la zona industrial que le rodea.