¿Y después, qué?

Una encuesta de Emnid, una afamada empresa de investigación de mercado en Alemania, ha arrojado como resultado que la mayoría de los alemanes después de tener relaciones sexuales duermen, fuman, ven la tele... o vuelven a empezar. La prioridad entre estas tres actividades varía de acuerdo a la región.

La muralla los divide aún

Así, por ejemplo, hay una diferencia muy grande entre los berlineses de este o de aquel lado de la que fuera la muralla de Berlín. Para el 20% de los del oeste, "antes del sexo es después del sexo", así que... a empezar otra vez. Por el contrario, sólo un 9% de los del este encuentran atractiva la idea de una nueva jornada tras la jornada. "Después de" se duerme el 54% en Berlín este, mientras que en el oeste son 43%.

Comparando entre hombres y mujeres resulta que, por lo general, son las féminas las que prefieren entregarse a los cálidos brazos... de Morfeo. Si se trata de hablar, los del este están más dispuestos: 14% optan por un intercambio verbal: una enorme diferencia frente a la parquedad de los del oeste: sólo a un 4% le gusta conversar.

A un 14% de los renanos –famosos por su alegría de vivir- le gusta encender un cigarrito; un porcentaje parecido hace lo mismo en la región de Turingia. Otra cosa muy diferente responden los bávaros y los sajones: más de un 15% de ellos no se plantea la pregunta, pues... no tienen relaciones sexuales.

La generalidad alemana

Dormirse inmediatamente después de tener relaciones sexuales es la actividad preferida de uno de cada tres alemanes, como lo reveló esta encuesta encargada por la revista Playboy. Para un 3%, el televisor es el mayor atractivo, y un 2% prefiere comer o beber. Hay, además, un 1% de los alemanes que prefiere –o quizá tiene que- irse a casa.