WWF: vida salvaje se redujo un 58 % en los últimos 40 años
28 de octubre de 2016Las especies de vida salvaje se han reducido un 58 por ciento en los últimos cuarenta años, desde 1970, según el "Informe sobre el planeta vivo" presentado hoy (27.10.2016) por la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL) y la organización independiente por el medioambiente WWF.
El análisis, publicado cada dos años y cuyo objetivo es proporcionar una estimación del estado actual de la vida salvaje, estudió 3.700 especies diferentes de aves, peces, mamíferos, anfibios y reptiles, aproximadamente el 6 por ciento del número total de especies vertebradas que hay en el mundo.
Entre los factores que contribuyen a ese declive figuran la actividad de los humanos, el comercio de especies salvajes, la contaminación y el cambio climático.
El responsable de ciencia y políticas de WWF, Mike Barrett, señaló que se ha llegado a un punto "en el que realmente no existe ninguna excusa para permitir que esto continúe". "Sabemos cuáles son las causas y sabemos la magnitud del impacto que los humanos tienen sobre la naturaleza y sobre las poblaciones de vida salvaje, y ahora realmente depende de nosotros adoptar medidas", alertó.
Ríos y mares
Las cifras aportadas en el documento revelan que los animales que habitan en lagos, ríos y pantanos son los que están sufriendo las mayores pérdidas. El número de animales que viven en agua dulce y salada se ha reducido de media un 81 por ciento en las últimas décadas, según el informe.
En comparación con los años 70, muchos menos reptiles, anfibios y peces habitan ríos y mares. "Para una organización de defensa del medio ambiente este también es un valor aterrador y sorprendentemente negativo", señaló en declaraciones a dpa Christoph Heinrich, de WWF. "Un río grande como el Congo carece casi completamente de peces", apuntó.
También en Alemania el medio ambiente se ha resentido en los últimos años, tal y como revela un reciente informe publicado por WWF que constituye una especie de termómetro del hábitat terrestre. Las conclusiones: la Tierra está enferma y su fiebre no para de subir. "Podemos casi comprobar que la humanidad, desde los años 70, ha sobreexplotado claramente el planeta y eso cada año va a peor", indicó Heinrich.
Esto no tiene sólo consecuencias para los arrecifes de coral situados a miles de kilómetros, sino también para los ecosistemas que se encuentran en la puerta de nuestra casa: la perdiz y el avefría apenas se ven en la actualidad, dice Heinrich. En Europa hay cada vez menos alondras comunes que se ven obligadas a vivir en "campos estériles" de la agricultura moderna en los que no pueden encontrar ningún insecto con el que alimentarse.
FEW (dpa, EFE, Reuters)