Wolf Biermann: “Para mí ya murió el genocida Pinochet”
6 de diciembre de 2006Pinochet acusado. Pinochet enferma. Pinochet desaforado. Pinochet recae. Pinochet en arresto domiciliario. Pinochet sufre ataque cardiaco. Una noticia parece seguir obligatoriamente a la otra. Cada paso que la justicia chilena emprende contra el déspota perece ser respondido por Pinochet y sus abogados con un nuevo parte médico que pone, aún a muchos, a temer por la vida del mandatario chileno. Por enésima vez.
Este miércoles seis de diciembre de 2006, la novedad era casi la misma de tantas veces: “El ex dictador chileno Augusto Pinochet seguía en franca recuperación tras un infarto de miocardio”. Pero una cosa era hoy diferente: sus fanáticos seguidores que vitoreaban la vida y obras de Pinochet en las afueras de la clínica habían desaparecido.
“De novedades absurdas”
Para Wolf Biermann, un alemán que sobrevivió las dos dictaduras alemanas del siglo XX, la nazi y la del “proletariado”, los constantes anuncios de la gravedad y consecuente recuperación de Pinochet no son más que “novedades absurdas”, como lo dice al semanario hamburgués Die Zeit.
“Desde el día que en 1973 escuché que dicho militar había derrocado violentamente al presidente Allende murió para mí el fascista Pinochet”, dice Biermann al periódico alemán.
“Pinochet”, prosigue el crítico cantautor, “es una de esas luminarias tan democráticas como Hitler, el General Franco, Salazar, Mussolini, Stalin, Ulbricht, Nicolae Ceaucescu, Mao, Pol Pot, Castro, Kim Jong Il, Saddam Hussein, Ahmadiniyad, Bachar al-Assad, Lukachenko, Hugo Chávez y Putin”.
¿Y las víctimas qué…?
Las víctimas son la verdadera preocupación de Wolf Biermann: “Las víctimas de semejante apologética del idiotismo son los asesinados, los presos y deportados fusilados, los soldados caídos, las víctimas civiles que gritan en el infierno de la ira, que lanzan sus gritos de horror al cielo con bocas deformadas y se revuelcan de indignación en las fosas comunes de tierra ensangrentada”.
Éstas son las “noticias” que le roban el sueño a Biermann. No las que “desmoralizan” cuando escucha que el “longevo sátrapa uniformado yace cual bebé en cómodo lecho en lugar de estar pendiendo de una horca”.
En efecto, hay quienes en Chile y otras partes entienden la indignación de Biermann. Mireya García, de AFDD, organización no gubernamental que representa a las víctimas de la dictadura de Pinochet, pone de presente la inconcebible injusticia de que, “a pesar de todos los años que han pasado, las autoridades chilenas nunca hayan sido capaces de dictar y hacer justicia a Augusto Pinochet”.
Poesía para un uniformado
Y justo en esos momentos arriba el último parte médico oficial sobre el ex dictador que hace unos días cumplió 91 años de edad: “El señor general tiene previsto continuar con ejercicios de kinesioterapia respiratoria y general, alimentación oral con régimen liviano y terapia medicamentosa en lo preventivo. El general se ha sentado en un sillón en tres oportunidades y el plan es movilizarlo solamente para sus ejercicios”.
"¡Estoy harto de esos! ", replica Wolf Biermann:
Estoy harto de esos / Como este hombrecito legendario
Que siempre ha sufrido y nunca ha ganado
Acostumbrado a toda suciedad
Recibe todo a saciedad
Y aún sueña en la cama con un atentado
Estoy harto de esos / Como este hombrecito legendario.