Winfried Kretschmann: un político como pocos
13 de marzo de 2016Los estados federados que tienen nombres complejos también tienen un problema de identidad. En algún momento, Baden-Württemberg encontró su propio lema: “Podemos todo, menos hablar en alto alemán”. Desde entonces, esta consigna se ha convertido en una especie de lema característico de la región: el estado federado de los grandes fabricantes de autos y de los acérrimos ahorradores. De un complejo surgió una popularidad que entre tanto es personificada por Winfried Kretschmann. El primer y único ministro presidente de Los Verdes es un ecologista de la primera hora, y sin embargo, la industria no tiene nada qué temerle. Por el contrario: fieles votantes de la conservadora CDU como el fabricante de camisetas Wolfgang Grupp han hecho público su voto a favor de Kretschmann. Los consorcios Mercedes y Porsche tampoco hablan mal del político.
Las críticas a funcionario de 67 años vienen del propio partido. Por ejemplo, cuando en el debate sobre los refugiados se habla sobre aumentar el número de países considerados seguros, y Kretschmann deja ver su apoyo. En parte, éste sufre la misma suerte que Angela Merkel: en sus propias filas captan el fuego de la crítica, pero entre los rivales políticos cosechan aplausos y admiración.
Industria y medio ambiente
Winfried Kretschmann gobierna Baden-Württemberg desde 2011. Él y su partido deben este éxito, que se refrendó en las elecciones regionales del domingo, a una circunstancia especial. La fase final de la campaña electoral de hace cinco años estuvo marcada por la catástrofe nuclear en Fukushima. Los Verdes, el partido anti-nuclear por excelencia, vivieron un pronunciado salto en las encuestas, que se confirmó en las urnas. En el sudoeste de Alemania, Los Verdes son muy distintos que los ecologistas de Hamburgo o Berlín. Son vistos como el partido del bienestar ecológico, y Kretschmann es su líder.
El ministro presidente gusta de hacer política orientada a lograr puestos de trabajo: a veces parece como si fuera un representante de Daimler; la industria se lo agradece y realiza cuantiosas donaciones al partido. Ser ecologista, pragmático y ejercer el poder no son contradicciones en Baden-Württemberg. Aquí, Los Verdes, y sobre todo Winfried Kretschmann, actúan como si fueran una CDU moderna.
Comunista y feligrés
Kretschmann vive una vida convencional. Desde hace 40 años, el feligrés católico y cantante de coro está casado con la misma mujer, gusta de realizar caminatas en el bosque, y jamás ha necesitado un asesor de imagen. Fuera de su estado, es percibido como alguien entre chistoso y peculiar. Como si hubiera salido de otro tiempo. Pero finalmente lo que más resalta en él es su credibilidad y su honestidad, dicen personas que le son cercanas. Apenas podría creerse que en su juventud, Kretschmann se declaró comunista. “Fue un error fundamental”, dice hoy.
En cuanto a la política de refugiados, es uno de los aliados más estrechos de la canciller. No hay duda de que Winfried Kretschmann acerca a grupos sociales que de otro modo tendrían muy poco en común. Es el tipo de político que ejerce su labor más allá de los programas de partido. Entre los ciudadanos goza de una popularidad cercana al 70 por ciento. Si se pudiera elegir directamente a los gobernantes estatales, Kretschmann ganaría de modo indiscutible en Baden-Württemberg.