Wilders y su filme antiislámico: sacrilegio, opinión, demagogia
28 de marzo de 2008Geert Wilders libra una particular batalla contra el islam. En agosto de 2007 comparó el Corán con Mein Kampf, el libro que Adolf Hitler escribiera en prisión y que se convirtió en el manual teórico del nacionalsocialismo.
En 2006, Wilders fundó el Partido por la Liberad y con él logró meses más tarde arrancarle a las urnas nueve representantes en el Parlamento holandés. Desde su asiento de diputado, Wilders predica a favor de la prohibición del Corán y por el bloqueo inmediato de la entrada de inmigrantes musulmanes a Holanda.
Ahora, el holandés ha decidido hacer uso del impacto de las imágenes para descubrir los peligros que, en su opinión, están contenidos en las escrituras religiosas musulmanas. Su película dura 15 minutos y es “mi última advertencia”, escribe Wilders en un artículo publicado el pasado fin de semana.
“Tenía que advertir a la gente”
Escenas de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, el 11 de marzo en Madrid o el siete de julio en Londres. Grabaciones de las víctimas en el momento del ataque, duras imágenes de cadáveres y un capítulo dedicado a Theo van Gogh, el director de cine holandés asesinado por un radical musulmán en 2004. Intercalados: versos del Corán e imanes que instan a la guerra contra los “no creyentes”.
“La película equipara islam y violencia. En nuestra opinión, no persigue más fin que el de la provocación”, opina el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende. Desde que en diciembre de 2007 se supo que Wilders tenía la intención de mostrar su corto, el Gobierno holandés se ha esforzado por persuadirle de lo contrario. Sin éxito. Wilders se defiende: “no es una provocación. Tenía que advertir a la gente”.
Cines y televisiones se negaron a emitir la película sin haberla visionado primero, a lo que Wilders se oponía. El primer portal de Internet acabó retirando su oferta de colgar el vídeo, a la segunda Wilders encontró una plataforma. La conclusión del documento: el islam quiere dominar el mundo y Europa se está llenando de musulmanes. Las críticas le han llovido desde todos los sectores.
En defensa de lo sagrado
“Wilders criminaliza a toda una religión”, comenta a DW-WORLD Ayyud Axel Köhler, presidente del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania. “Extrayendo versos de la Tora o de la Biblia también se puede crear un monstruo. Wilders se esconde tras la libertad de expresión, y eso me parece cobarde. Pero tenemos que llamar a las cosas por su nombre: aquí se está violando la dignidad de las personas que ven en la religión algo sagrado. Quien no tiene respeto por el Corán, tampoco lo tiene por la Tora o por la Biblia.”
La Unión Islámica Holandesa quiere llevar el caso a los tribunales y exige que, por cada día que el vídeo permanezca accesible en Internet, Wilders pague una indemnización de 50.000 euros, y 5.000 más por cada agravio. “Las acciones jurídicas las tienen que emprender nuestros hermanos holandeses. Nosotros sólo queremos dejar claro que estamos a favor de la libertad de expresión pero que, por otra parte, existe algo que es lo sagrado de una religión, y de nuestros valores, en Europa y en Alemania, forma parte el derecho a que no sea ensuciado”, dice Köhler.
Y sentada queda la base del debate: ¿se debe restringir la libertad de expresión en nombre de lo sagrado? ¿Qué es “lo sagrado”? ¿Pueden todos los holandeses, los europeos, definir un concepto inequívoco y común de lo que consideran sagrado? “El señor Wilders es libre de decir lo que quiera, pero los musulmanes también”, opina Köhler. Si todo es cuestión de dialéctica, ¿por qué involucrar a la Justicia? “Si algo vulnera la integridad de los pueblos, está claro que no se puede permitir”, responde Köhler.
“Las organizaciones islámicas no deben movilizarse sólo cuando se critica al islam” ¡Siga leyendo!
Musulmanes o islam político
“La película muestra lo que el islam ha provocado en el mundo”, dice Mina Ahad, presidenta del Consejo Central de los Ex Musulmanes en Alemania, en entrevista a DW-WORLD, “pero no diferencia entre personas, los musulmanes, y el islam político. Existe un movimiento muy politizado dentro del islam que sólo busca poder, y existen personas que son musulmanes. No me parece bien mezclar ambas cosas.”
Los estamentos de la religión católica también han tenido que aprender a convivir con la crítica. Una crítica peligrosa en muchos países en los que el islam es la confesión mayoritaria. Lo que no significa que no exista. "En Irán, por ejemplo, hay muchas personas críticas con el islam, se hacen chistes sobre los imanes… en Arabia Saudí, en Sudán…. en muchos países árabes se publican libros muy críticos. Esta es una realidad que pasa inadvertida en los medios europeos”, comenta Ahad.
El Consejo Central de los Ex Musulmanes está formado por personas educadas en el islam que en algún momento decidieron renegar de sus creencias religiosas. Ehsan Jami, fundador de este organismo en Holanda, tiene preparado otro filme, titulado The life of Mohammed, que podrá verse a partir del 20 de abril. En él, el profeta es comparado con Hitler y se le relata como un ser perverso, casado con una niña de nueve años.
“Esta gente [los Ex Musulmanes] dice que porque en algunos países musulmanes la libertad religiosa no existe, cosa que nosotros también condenamos, los musulmanes no tienen derecho a disfrutar de esa libertad aquí. Eso es absurdo y por lo tanto considero un sinsentido mantener con ellos un diálogo intelectual”, opina Köhler, sin querer hacer más referencias al respecto.
“El 11 de septiembre es un hecho. Las organizaciones islámicas tienen que condenarlo. Tienen que condenar las violaciones de los derechos humanos en los países islámicos. Cuando se habla de lapidaciones, entonces dicen 'sí, esa es una parte del islam y no estamos de acuerdo con ella'. Pero yo me pregunto, ¿qué hacen para impedirlo? ¡En Irán y en Afganistán los homosexuales son ahorcados en plena calle! ¿Por qué no se movilizan cuando pasan esas cosas? Pero si aparece una película crítica, entonces se les escucha hablar de injurias y organizan manifestaciones”, critica Ahad.