Wacken 2017: nuevos escenarios, mejor sonido, cervezoducto
1 de agosto de 2017Desde mediados de julio se nota actividad en los campos alrededor de la pequeña localidad de Wacken, en el estado de Schleswig-Holstein. Empezaron unas pocas furgonetas. Unos operarios con walkie-talkies colocando cables. Y, en poco tiempo, se han construido calles artificiales y se han desplegado más de 40 km de vallas, que rodean enormes carpas, pabellones, contenedores, logística. Una ciudad entera de 250 hectáreas ha surgido en sólo dos semanas. En el corazón de esta ciudad se encuentra el recinto del festival en el que del 3 al 5 de agosto tendrá lugar la mayor fiesta de heavy metal del mundo: el Wacken Open Air (abreviado W:O:A).
Tres escenarios gigantes
El centro del recinto es el cuadrado delante de los tres principales escenarios al aire libre, recién rediseñados. Seis campos de fútbol cabrían aquí. Se ha mejorado el sonido y para que las filas de atrás disfruten de la música se han instalado más altavoces. Y, por supuesto, no se renuncia a la cabeza de toro gigante que arde en el centro. El rectángulo fue equipado en otoño con un sistema de drenaje para evitar el barro, que llegaba a hundir hasta las rodillas a los visitantes.
¿Menos de lodo gracias a la tubería de cerveza?
También los vehículos de suministro se empantanan en el suelo embarrado, incluso en verano. Un problema, sobre todo, para los grandes camiones de cerveza. Pero los organizadores han encontrado una solución. La cerveza es transportada desde el tanque de refrigeración central hasta los puntos de distribución a través de un gasoducto. A 80 centímetros de profundidad, los tubos están suficientemente enterrados como para que nadie excave para extraer la cerveza.
Las tuberías son aptas para alimentación y, según promete la cervecera responsable, los bebedores no notarán la diferencia con la cerveza extraída directamente del barril. Tras el festival, los tubos serán retirados, pero los canalones permanecerán, para que el año que viene no haya que volver a excavar kilómetros y kilómetros.
Las bandas
Musicalmente habrá suficiente variedad para los fans de las guitarras eléctricas. Las cabezas de cartel este año son Volbeat, de Dinamarca, el clásico del metal alemán Accept, el rockero Alice Cooper, el igualmente temible icono gótico de Marilyn Manson y la banda estadounidense Megadeth. Pero los aficionados también podrán escuchar a los cuatro violonchelistas de Apocalyptica, los suecos Amon Amarth o la banda Clawfinger. También hay un reencuentro con clásicos como Europe, Status Quo y los Boomtown Rats. La banda local de los bomberos de Wacken tocarán clásicos del rock y música popular. Y son tan celebrados por el público como las grandes bandas internacionales.
La Fundación Wacken también se ocupa de la cantera internacional de jóvenes talentos y organiza desde hace diez años el concurso Batalla Metal, cuya fase final se disputa durante el WOA. Deutsche Welle se une al evento y presentará en su emisión PopXport a los cinco finalistas de las 29 bandas en competición.
Los fans
Para muchos, es la fiesta del año. Quien quiera disfrutar su atmósfera más de esos tres días, puede quedarse una semana. Los aficionados van llegando desde el fin de semana y van acampando, llenando día a día el recinto. El camping está muy bien equipado. Se pueden reservar desde baratas tiendas tipo iglú individuales hasta construcciones tipo medieval.
Se come de barbacoa. Se bebe… "mucho", dicen los organizadores. En Facebook los grupos se organizan desde hace semanas. En Wacken los visitantes pueden disfrutar de unos días, relajarse y "sacar a la bestia". La gente se pone su atuendo más metalero y deja el traje en casa. Aquí da igual si uno es abogado o maquinista. Todos son iguales. Ropa negra, botas de agua… la ducha no es tan importante. Lo que los une a los 80.000 visitantes en Wacken es la música y el ambiente único del W:O:A.
Autora: Silke Wünsch (LGC/ CP)