Volver al paraíso: el turismo repunta en El Salvador
1 de febrero de 2024Playas increíbles, volcanes, lagos de agua turquesa, pirámides mayas rodeadas de vegetación exuberante: todo eso ofrece El Salvador a los viajeros. Pero el miedo a la violencia de las pandillas, que azotó al país durante tres décadas, frenó durante mucho tiempo los ingresos del sector turístico. A eso se sumó la pandemia del COVID, en 2020.
Sin embargo, el turismo vive un notable repunte. En 2022 ingresaron al El Salvador 2,5 millones de turistas, recuperándose así el 96% del turismo prepandemia, según cifras de la Corporación Salvadoreña de Turismo (CORSATUR).
La Organización Mundial del Turismo (OMT) ubica a El Salvador en 2023 en cuarto lugar a nivel mundial, y en primer lugar en América Latina en cuanto al incremento de visitantes internacionales en comparación con 2019, superando a Colombia y a República Dominicana. Hasta noviembre de ese año entraron al país unos tres millones de personas, un 27% de crecimiento frente al ingreso de 2019.
Las medidas para mejorar la seguridad tomadas por el gobierno de Nayib Bukele favorecen al sector, según analizan expertos desde San Salvador. "La seguridad es un factor relevante para incentivar el turismo nacional e internacional en El Salvador”, dice la licenciada Silvia Orozco, directora ejecutiva de la Cámara Salvadoreña de Turismo (CASATUR), en entrevista con DW. "Eso se refleja en las cifras hasta diciembre de 2023, donde hemos superado en casi un 30 por ciento la cantidad de visitantes internacionales con respecto a 2019, año de referencia para el sector”, agrega. El aporte económico del turismo es de 3.600 millones de U$S, y es el segundo sector que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) del país, después de las remesas, con un 11,3% en el tercer trimestre de 2023.
¿Qué otras medidas de Bukele influyen en este repunte del turismo? "Consideramos que es la primera vez que un gobierno apuesta estratégicamente a este rubro, con fuertes inversiones y promoción”, responde Silvia Orozco.
Inversiones estatales, privadas e internacionales alientan el turismo
Estas cifras de crecimiento se deben "a todas las nuevas actividades de turismo implementadas por el gobierno actual, que ha creado una nueva imagen de destino emergente”, dice a DW, por su parte, Ingrid García, gerente de Ventas de la operadora Tour Bus El Salvador. En 2023, los turistas llegaron en su mayoría de EE. UU. (43%), de Guatemala (23%) y de Honduras (15%). Por avión llegó un 56% y por tierra un 44%, permaneciendo de dos a tres semanas en el país, informa el Ministerio de Turismo de El Salvador (MINTUR). "Desde 2022 se nota un cambio, que hemos visto en zonas rurales, en pueblos donde la gente ahora se anima a poner un café o un comercio. Aún falta inversión en algunos lugares, pero los inicios han dado muy buenos resultados”, resalta García, y apunta que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ayudó a invertir en carreteras y accesos a zonas turísticas "para agilizar la conectividad”.
Con eso coincide Raúl Castro, el presidente de la Asociación Salvadoreña de Operadores y Mayoristas de Turismo, que agrupa a empresas privadas con más de cinco años en el negocio: "Hay inversiones por parte de empresas privadas y organismos internacionales, así como inversiones del Estado”, dice a DW.
El control de la violencia de las bandas criminales es un elemento decisivo. "El gobierno ha realizado diferentes acciones para visibilizar a El Salvador en el mundo. Nosotros como ciudadanos sentimos que el tema de la seguridad está prácticamente resuelto, y eso vuelve al país también más atractivo a nivel internacional”, señala la directora ejecutiva de CASATUR. La situación de inseguridad y violencia, asegura, "ha cambiado definitivamente en estos últimos dos años”.
Raúl Castro subraya al respecto que la estrategia de seguridad del gobierno "ha sido primordial para el turismo internacional del mercado europeo, estadounidense y canadiense. "El fenómeno Bukele ha ayudado a mejorar el posicionamiento de El Salvador, a que se nos tome más en cuenta que antes, por ejemplo, en ferias internacionales de turismo”.
Olas ideales para surfistas, turismo aventura, y también descanso
Las cifras revelan que la criminalidad va a la baja en el país centroamericano. En 2018 se cometieron allí más de 50 homicidios intencionales por cada 100.000 personas. En 2019, fueron (en cifras redondeadas) 35; en 2020, 21; en 2021, 18, según el Programa Infosegura de la ONU, llegando a casi 8 en 2022.
El plan del Ministerio de Turismo de El Salvador parece estar también dando sus frutos. Esa cartera, junto con otras instituciones responsables del área, llevan a cabo medidas conjuntas basadas en el Plan Nacional de Turismo 2030. Dicho plan contempla "la preservación del patrimonio sociocultural y natural de la nación, la protección de la biodiversidad en el proceso del fenómeno turístico”, entre otras cosas. Se trata de "una nueva visión para el sector turismo”, según ese ministerio.
Uno de los enfoques del plan es el desarrollo de la zona costera del Pacífico, por ejemplo, con torneos internacionales de surf. En 2020, el país ganó la sede de los World Surfing Games.
Pero El Salvador no solo es un paraíso para los surfistas, sino también para los que buscan la aventura, o el relax. "El turismo de ocio no solo busca la ola perfecta, sino la experiencia cultural e histórica, lo vivencial de la naturaleza”, indica Raúl Castro. "Toda esa riqueza natural, las cortas distancias y la biodiversidad, en una extensión territorial pequeña, hace que la gente pueda vivir varias experiencias en un solo país, en poco tiempo”.
(ers)