Visitas europeas en Washington: el turno de Merkel

Pocas horas antes de que la canciller alemana emprendiera su vuelo a Washington, Berlín redujo una vez más las expectativas en torno a esta visita de Merkel a Trump. Una fuente gubernamental confirmó que Alemania se ha hecho a la idea de una guerra comercial con Estados Unidos. Se parte de la base de que los aranceles estadounidenses a las importaciones de acero y aluminio se aplicarán el 1 de mayo, pese a que evitar esta escalada es uno de los temas principales en la agenda de Merkel. Poco después llegó la noticia de que Washington podría prolongar las "excepciones", si obtiene las correspondientes "concesiones" europeas. Eso da una idea del tema que acapara la atención en este encuentro.

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Sonrisas y críticas

Pese a toda la simpatía que desplegó Macron en Washington, ante el Congreso estadounidense criticó el retorno a las ideas nacionalistas. Exhortó a Estados Unidos, el "país que inventó el multilateralismo", a defenderlo y reinventarlo, lo cual fue recibido con una ovación, sobre todo por parte de los parlamentarios demócratas.

Macron demostró un vez más en Washington cuánta sintonía tiene con Merkel en los aspectos centrales de la política mundial. Mientras Trump destacó la "relación especial con Macron", el presidente francés combinó las muestras públicas de simpatía con una simultánea oposición verbal.

El claro compromiso francés con la comunidad valórica europea y con la OTAN subraya la importancia de Merkel y Macron como equipo. La exhortación al multilateralismo también resuena en todos los discursos internacionales de la canciller alemana. Pero ella no tiene las dotes dramatúrgicas que mostró el presidente galo ante el Congreso estadounidense, ni goza de las simpatías que Trump le profesa al mandatario francés.

El acuerdo con Irán

Irán es el gran escollo para el esfuerzo mancomunado de los europeos por salvar la credibilidad de los acuerdos multilaterales. Macron se fue de Washington con la impresión de que Estados Unidos ya no quiere el acuerdo con Irán, que Trump definió como "el peor trato de la historia".

La Unión Europea teme la señal que se pueda enviar a otros países con ambiciones nucleares, si el tan arduamente negociado acuerdo con Irán es echado por la borda de un plumazo. Merkel hará todo lo posible por sacar adelante la propuesta de Macron de ampliar el acuerdo incluyendo las demandas principales de Trump. Ya durante la visita que hizo Macron a Berlín la semana pasada, ambos subrayaron la necesidad de limitar también los proyectos de Irán en materia de misiles.

Gastos de defensa

Otro tema espinoso es el de los gastos alemanes de defensa. Trump presiona a los socios de la OTAN a destinar a dicha materia por lo menos el 2 por ciento de su PIB. La cifra no fue idea del presidente estadounidense: es la meta que se plantearon en conjunto los integrantes de la Alianza Atlántica. Sin embargo, aunque aumentara perceptiblemente el presupuesto defensivo germano, será difícil alcanzar el objetivo trazado. Estados Unidos gasta actualmente un 4,2 por ciento en defensa; Alemania solo un 1 por ciento.

Desde antes de que la canciller emprendiera su viaje, ya se perfilaba que al final lo más importante serían las fotos del encuentro de Merkel y Trump. Y esto causa cierto nerviosismo en Berlín. Posar ante las cámaras no es el fuerte de Merkel. Tampoco se luce siempre cuando aparece junto a su principal socio europeo, el carismático Emmanuel Macron. Desde la perspectiva berlinesa, sería ya un buen resultado de esta visita lograr que no sigan empeorando las relaciones transatlánticas.

Michaela Küfner (ERS/VT)

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