Violeta Parra: Gracias a la vida
Violeta Parra no sólo fue compositora y cantora, también una destacada artista plástica. DW presenta las diferentes facetas de la inolvidable artista chilena, en una galería de imágenes.
Infancia campesina
Violeta Parra (1917-1967) nació un 4 de octubre en San Fabián de Alico, un pueblo del sur de Chile. Hija de profesor de música y de cantora, se crió en una familia numerosa y aprendió desde pequeña los oficios campesinos. De joven comenzó a cantar cuecas, tonadas y otros cantos populares.
Rescate de las tradiciones
Violeta Parra se inspiró en los sonidos de los campos chilenos, donde estuvieron sus raíces. “Cuando ella se hizo folklorista y la gente conoció esa otra canción que ella les proponía, que era el canto campesino de su infancia, tuvo una estampida de fama, larga, en Chile”, relata su hija Isabel Parra. Estos discos son parte de la exposición “Yo canto la diferencia”, en la Biblioteca Nacional.
Violeta por el mundo
En medio del éxito, recorrió Chile y otros países latinoamericanos. Investigó la música folklórica, escribió, compuso y fue invitada a Europa donde recorrió varios países grabando discos y ofreciendo presentaciones. Esta foto es de su estadía en Ginebra, junto a su compañero, el músico suizo Gilbert Favre. “Violeta era una transeúnte de la vida”, dice su hija Isabel.
Expone en el Louvre
No sólo fue compositora y cantora, también una destacada artista plástica. Un hito de su carrera fue la exposición de sus arpilleras bordadas, óleos y esculturas en alambre en el Museo de Artes Decorativas del Palacio del Louvre, en París. En la foto, una arpillera de la colección de la Universidad de Chile, que se expone actualmente en el Centro Cultural Gabriela Mistral, en Santiago.
Compromiso social
En su obra, Violeta reafirma su compromiso con los más pobres y denuncia el abuso de los poderosos. Su canto inspiró a toda una generación y dio origen al movimiento “Nueva Canción Chilena”, representado por sus hijos Isabel y Ángel Parra, además de Víctor Jara, Patricio Manns y los grupos Inti Illimani y Quilapayún, entre otros. La “Peña de los Parra” fue lugar de encuentro en los años 60.
Canciones inmortales
Las composiciones de Violeta Parra han sido cantadas y grabadas por artistas de todo el mundo. “Gracias a la vida”, “Volver a los 17”, “La jardinera”, “Rin de angelito”, “Arriba quemando el sol”, o “Qué dirá el Santo Padre”, entre muchas otras, evidencian su capacidad poética y musical.
Familia creadora
Numerosos miembros de la familia han seguido el camino del arte. El antipoeta Nicanor Parra, hermano de Violeta y hoy de 103 años, ganó el Premio Cervantes y varias veces ha sonado para el Nobel de Literatura. En la foto, el hijo de Violeta, el destacado músico Ángel Parra –fallecido recientemente- y el nieto, también Ángel, en un recital en un barrio de Santiago de Chile.
Homenaje internacional en el Teatro Colón
Destacados artistas participaron en el emotivo homenaje a la cantautora chilena en el Teatro Colón de Buenos Aires, “Violeta Parra 100 años Sinfónico”. En el concierto, al que asistió la presidenta chilena Michelle Bachelet, se presentaron también miembros de la familia, como la nieta Javiera Parra (derecha), quien cantó junto a la argentina Soledad Pastorutti.
Violeta bilingüe
Su poesía, su música y su obra pictórica despiertan el interés de seguidores e investigadores en todo el mundo. En Alemania, el profesor de la Universidad de Göttingen, Manfred Engelbert, lanza en la próxima Feria del Libro de Frankfurt una nueva edición de su libro “Violeta Parra. Lieder aus Chile / Canciones de Chile”, una antología bilingüe que analiza la música de la artista.
Museo Violeta Parra
“Aquí están sus arpilleras bordadas a mano, pinturas, obras en papel maché de las últimas que hizo en Ginebra, objetos personales, cuadernos de poesía, un guitarrón y un arpa que ella tocaba, además de obras que se están restaurando. Con mi hermano Ángel creamos la Fundación para reunir las obras y donarlas a este proyecto que tenía desde el exilio”, relata Isabel Parra.
Encuentro con Violeta
“En el museo, la gente puede entrar en el mundo de Violeta Parra en sus diversas facetas. Hay documentales, un departamento de educación y se hacen talleres. Los niños llegan corriendo y se van cantando felices. Es un museo estimulante, que devuelve a Chile ese pedazo que le falta. La Violeta los invita, los llama y los acurruca”, dice Isabel. El museo fue inaugurado el 2015.
Violeta recorre Chile
Con numerosos proyectos, el Consejo Nacional de la Cultura de Chile celebra a Violeta Parra en sus 100 años. Su nieta Tita Parra planificó “La Ruta de la Violeta”. “Levantó una pequeña trinchera musical y creativa en los rincones más apartados de Chile”, destaca Isabel. Aquí, ambas en concierto presentando “Canto para una semilla”, décimas de Violeta Parra musicalizadas por Luis Advis.
Del museo a La Moneda
Congresos, exposiciones, publicaciones y conciertos en Latinoamérica y Europa, principalmente, confirman la vigencia de la obra de Violeta Parra. En Chile, el 4 de octubre el museo (en la foto) está de fiesta. Por la tarde habrá un homenaje y recital con miembros de la familia Parra desde el frontis del palacio de gobierno chileno.