Violencia opaca la reunión para pacificar a Ucrania
17 de mayo de 2014En el este de Ucrania, guardia fronterizos leales al Gobierno central de Kiev arrestaron este sábado (17.5.2014) a Valeri Bolotov, un líder separatista prorruso que se hace llamar “gobernador de Lugansk”. Poco después, unos doscientos secesionistas armados lograron liberarlo, atacando con granadas el puesto fronterizo en el que Bolotov estaba detenido. Este y otros sucesos dejan entrever la poca efectividad de las medidas tomadas por Kiev para proteger a Ucrania de la disgregación territorial que comenzó con el referendo independentista de Crimea.
Moscú exigió al nuevo Gobierno de Kiev que detenga inmediatamente las operaciones militares que puso en marcha en Ucrania Oriental. El Ministerio de Exteriores ruso señaló que las “agresiones” seguían teniendo lugar en el este de esa exrepública soviética a pesar de los esfuerzos que se estaban haciendo simultáneamente para resolver la crisis interna del país. En la ciudad ucraniana de Jarkov comenzó este sábado (17.5.2014) una segunda mesa redonda para limar asperezas entre el nuevo oficialismo y sus opositores.
En la reunión participan, entre otros, el primer ministro interino de Ucrania, Arseni Yatseniuk; los ex presidentes Leonid Kravchuk y Leonid Kuchma; el actual ministro del Interior, Arsen Avakov; y representantes del Partido de las Regiones, muy arraigado en el este de Ucrania, como el oligarca Vadim Novinski y el candidato presidencial Mijail Dobkin. La primera reunión, celebrada el pasado miércoles (14.5.2014) en Kiev, no arrojó resultado alguno. Ni la primera ni la segunda mesa redonda incluyó a los extremistas prorrusos.
Prorrusos se ufanan de los golpes asestados
Yatseniuk subrayó nuevamente que su Gobierno no negociaría con los “terroristas”, aludiendo a los separatistas prorrusos armados que declararon unilateralmente la independencia de las llamadas “República Popular de Donetsk” y “República Popular de Lugansk”. “El Gobierno quisiera hacer todo lo posible para que se depongan las armas”, afirmó Yatseniuk. Pero su llamado cayó en oídos sordos. Las fuerzas prorrusas aseguran haberle causado “grandes bajas” a las tropas del Gobierno durante las refriegas de mayo.
El autoproclamado “alcalde popular” de la ciudad de Sloviansk, Viacheslav Ponomariov, dijo que los rebeldes habían detenido, herido o matado a al menos 650 soldados oficialistas y aliados de Kiev desde principios de mes. Ponomaroiv sostuvo en un mensaje de video que entre los lesionados y muertos figuraban también doce miembros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos. Así lo informó la agencia de noticias rusa Interfax.
El líder separatista agregó que noventa integrantes del servicio secreto ucraniano SBU perdieron la vida en los enfrentamientos registrados en el sureste de Ucrania. Los secesionistas armados ven en Kiev a un Gobierno de talante ultranacionalista que busca robarle a los ucranianos de ascendencia rusa sus derechos como minoría. Y los socios de la OTAN son percibidos como amigos del nuevo estamento. De ahí que Ponomariov también se haya ufanado de haber causado bajas en las filas de las empresas militares privadas de Polonia y Estados Unidos.
Así como Rusia siempre ha negado que sus servicios de seguridad participen en los enfrentamientos de Ucrania, la presencia de mercenarios extranjeros en ese país europeo tampoco ha sido confirmada oficialmente.
ERC ( dpa / AFP )