Victoria pírrica de Blair
28 de enero de 2004El presidente de la BBC, Favyn Davies, dimitió tras conocerse las devastadoras críticas a la cadena pública por parte del juez Brian Hutton en sus conclusiones sobre el caso Kelly. Fué la primera víctima, pero tal vez no la única, del fallo del magistrado quien exoneró al gobierno pero arremetió contra la corporación en su informe sobre las circunstancias de la muerte del ex-inspector de armas de la ONU.
El juez Brian Hutton dió a conocer el resultado de sus investigaciones en torno a la muerte del científico británico, David Kelly, experto en armas y asesor del Ministerio de Defensa, quien negó la existencia de armas de destrucción masiva en Irak antes de la ofensiva militar anglo-estadounidense. El texto, divulgado en Londres por el juez Brian Hutton, quien dirigió las investigaciones, exoneró a Tony Blair al considerar infundadas las acusaciones de la BBC de que el gobierno británico exageró la amenaza iraquí para justificar la intervención en Irak. Hutton fue contundente al afirmar que el experto en armas se suicidó y que no hubo ninguna otra persona implicada en su muerte. David Kelly, de 59 años, apareció muerto el 18 de julio pasado cerca de su casa de Oxfordshire, en el sur de Inglaterra, con las venas de la mano izquierda cortadas. Aparentemente no soportó la presión al publicarse su nombre como fuente de la BBC.
Acusaciones infundadas
Después de seis meses de investigaciones en torno a la misteriosa muerte del científico, el juez Hutton elogió el trabajo de David Kelly pero criticó que siendo funcionario del Ministerio de Defensa se haya entrevistado con un periodista de la BBC sin haber informado a sus superiores. A lo largo de su exposición de casi dos horas de duración, el magistrado independiente quien goza de una intachable reputación, dijo que las graves acusaciones de los medios de comunicación contra la integridad del gobierno habían sido infundadas. Concretamente se refirió a la acusación del periodista de la BBC, Andrew Gilligan, quien aseguró en un reporte emitido el 29 de mayo pasado en Radio 4, que el gobierno de Blair, a sabiendas de que era falso, advirtió que Irak tenía la capacidad militar para lanzar un ataque de exterminio masivo en un lapso de 45 minutos.
La fuente de Gilligan había sido Kelly. Según Hutton, la afirmación de los 45 minutos se basó en un informe recibido por los servicios secretos que provenía de fuentes consideradas fiables. Hutton calificó de defectuoso el control editorial de la BBC y dijo que ni su presidente, Gavyn Davies, ni el director general, Greg Dyke o el Consejo de Gobernadores habían examinado como era su deber la queja del gobierno sobre la noticia, sino que la defendieron sin comprobar las fuentes, creyendo que se trataba de una intromisión gubernamental lo que representaba una amenaza a la imparcialidad de la cadena.
Blair debilitado
El juez Hutton dejó a Blair libre de toda responsabilidad en el suicidio de David Kelly, así como de haber maquillado informes de inteligencia para demostrar que Irak tenía armas de exterminio masivo y justificar así la ofensiva militar contra ese país. Sin embargo, horas antes de darse a conocer el informe, Blair se jugó su supervivencia política con una votación en la Cámara de los Comunes sobre un aumento de cuotas universitarias, que concluyó a su favor con un margen muy estrecho. Nunca antes habían votado tantos parlamentarios laboristas en contra de Blair en una cuestión de política interna y es por ello que analistas consideran que, pese a la victoria en el caso Kelly, Blair ha quedado debilitado.
Desde que se desató el escándalo por la muerte del experto en armas, Blair se convirtió en blanco de los ataques de la oposición y de las filas de su propio partido. La oposición conservadora le recrimina haberse comportado de una manera vergonzosa y traicionera con el experto en armas, mientras que los diputados del ala izquierda laborista se le oponen continuamente, ya sea abiertamente, como sucedió en la guerra contra Irak ó como en el último debate sobre la reforma universitaria. La mayoría de Blair se vuelve cada vez más estrecha.
¿Lo perdonará la población?
La contienda simultánea en varios frentes, dentro de su partido y ante la opinión pública, ha dejado huellas no sólo en la cara del jefe de gobierno. “La integridad de Tony Blair fue puesta en tela de duda y ha quedado dañada, pese a que haya sido exonerado de toda culpa”, afirmaba el sensacionalista Sun, el rotativo de mayor circulación en Gran Bretaña.
Los resultados de la próxima encuesta sobre la popularidad de Blair, podrían ser como un balde de agua fría. Poco antes de la divulgación del informe del juez Hutton, un 48% de los votantes británicos se mostraba convencido de que su primer ministro mintió en el caso Kelly. “Incluso cuando Lord Hutton no lo haya condenado expresamente, ante los ojos de la población, Blair no ha quedado limpio”, comentaba el diario Daily Telegraph.