Vettel, la soledad en la cima
27 de octubre de 2013
El arquetipo de un piloto de carreras obsesionado con el éxito se deja ver por estos días en muchas salas de cine alrededor del mundo. La película Rush, de Ron Howard, muestra a un joven Niki Lauda –interpretado por Daniel Brühl– haciendo hasta lo imposible para cantar victoria en las pistas de Fórmula Uno a mediados de los setenta; torturándose a sí mismo para afinar sus destrezas y también a sus técnicos para que perfeccionen su vehículo.
Ese legendario afán de éxito es atribuible también a Sebastian Vettel, pero aclarando que el piloto alemán es mucho más empático en sus relaciones con quienes lo rodean. Sin esa ambición, Vettel no habría roto los récords que rompió este 27 de octubre en el Gran Premio de India, donde se convirtió en el corredor más joven –tiene apenas 26 años– en arrogarse el título de campeón mundial de Fórmula Uno por cuarta vez consecutiva.
"Vettel tiene altas aspiraciones y ese fervor se lo contagia a su equipo", ha dicho de él el propio Lauda, quien obtuvo un título menos que el párvulo de Heppenheim. Pero, ¿es que el deseo de ganar es menos intenso entre sus competidores? Christian Danner, ex corredor de Fórmula Uno, no lo cree. "Hamilton, Rosberg, Alonso y Vettel están en la misma liga, prácticamente al mismo nivel", reconoce el experto en entrevista con Deutsche Welle.
Sacando las garras
"Lo que a los rivales de Vettel les falta es un automóvil tan rápido como el de la escudería Red Bull y tan ajustado a su estilo de conducir", explica Danner. Ese es un argumento con el que el tetracampeón no está de acuerdo. De hecho, molesto por los comentarios de sus competidores, según los cuales Vettel le debe todos sus laureles a su auto, el alemán estalló durante la segunda mitad de la temporada y les contestó: "La diferencia está en los detalles".
"Cuando los demás se van a casa y dejan colgar sus cojones en la pisicina, mi equipo y yo todavía estamos en la pista, haciéndole ajustes al auto y mejorando su rendimiento para sacar lo máximo posible de él", agregó el piloto, sacando las garras. "Vettel está atravesando su propio proceso para no ser siempre tan simpático y caballeroso con sus competidores", señala otro ex corredor, Peter Mücke.
Mücke sabe de lo que habla: él fue jefe de la escuadra de carreras en donde Vettel demostró su talento como novato. "Él tiene derecho a esas explosiones de temperamento", insiste Mücke, acotando que el espectáculo en torno a la Fórmula Uno vive del carácter fuerte de sus protagonistas.
El éxito no sólo ha alejado a Vettel de sus colegas, sino también de sus fans. Cuando ganó en Monza y en Singapur, debió tolerar silbidos hostiles frente a las cámaras. Aunque Vettel ha sido descrito en muchas ocasiones como un joven sumamente carismático y gentil, el piloto está aprendiendo a la fuerza que nadie es moneda de oro para caerle bien a todo el mundo.
Autor: Jens Krepela (ERC)
Editor: Diego Zúñiga