Venezuela: variaciones sobre un triunfo electoral
9 de diciembre de 2013Los resultados de las elecciones municipales en Venezuela, “sí deben leerse como una legitimación del gobierno actual”, dice a DW Manuel Alcántara, catedrático de la Universidad de Salamanca y especialista en partidos y procesos políticos latinoamericanos.
Aunque en circunstancias normales las municipales tienen sólo una lectura de política local, en este caso específico revisten de mayor importancia.
Habiendo ganado con sólo un 1,5% más que su opositor en las precipitadas elecciones tras la muerte de Hugo Chávez, en entredicho estaba la legitimidad democrática del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
En estas municipales planteadas, como lo quería la oposición, como un plebiscito acerca del desempeño del gobierno de Nicolás Maduro, los resultados hablan además de “un desempeño validado por una mayoría clara de los venezolanos”, dice el politólogo español.
¿Victoria pírrica?
El 44,16% del chavismo frente al 40,96 de la oposición, aglutinada en torno a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no es más que una “victoria pírrica”, afirman analistas. Y resaltan que el oficialismo ha perdido alcaldías importantes.
Efectivamente, ésta es en la única de las tres lecturas posibles, según Alcántara, en la que la oposición puede hablar de victoria: tanto en el número total como en el número de alcaldías oficialistas, “el triunfo de los socialistas es muy claro”.
“Evidente es el desequilibrio a favor del gobierno a la hora de presentar las ofertas electorales. El mismo manejo de la economía le ha dado una pauta publicitaria importante. Es más, el oficialismo tiene medios de control tanto de la comunicación como también de la sociedad organizada en torno al proyecto gubernamental, que le hacen tener una capacidad de llegar a la gente mucho mayor que la oposición.”, sigue Alcántara, docente en varias universidades latinoamericanas.
No obstante, “la oposición también cuenta con mecanismos de difusión en el ámbito privado; por ello el pequeño sesgo publicitario gubernamental, en mi opinión, no anula el procedimiento democrático”.
Tiempos democráticamente duros
De una “Venezuela dividida” hablan numerosos análisis. También de una creciente polarización.
“Aunque la oposición se aglutine en torno a la Mesa de la Unidad Democrática, su único denominador común es el antioficialismo; dentro de esta mesa hay sensibilidades políticas muy distintas. Mantener esta unión durante los próximos años hasta que se vuelvan a celebrar elecciones legislativas tendrá unos costos muy altos”, opina Alcántara aludiendo también al poco margen de maniobra que tendrá el no oficialismo en el Congreso.
Pues, “dado que la democracia no es sólo mecanismos de entrada sino también de rendición de cuentas y de Estado de derecho, el carácter bastante hegemónico del gobierno chavista dificulta enormemente que haya un escenario democrático”, concluye Alcántara previendo, para la oposición, “un futuro muy difícil”.