"Venezuela transita hacia un régimen más autoritario"
17 de febrero de 2014Ante la convulsa situación en Venezuela, la UE desde Bruselas llamó a mantener la calma y exhortó a las autoridades del país buscar el diálogo entre todos segmentos de la sociedad, la oposición incluida. Con el trasfondo de manifestaciones en pro y en contra del gobierno, con muertos, decenas de heridos y ahora uno de los líderes opositores bajo orden de detención, ¿qué perspectiva hay para ese diálogo ?
Una democracia en transición
"Es difícil. En este momento de desinstitucionalización en Venezuela se pierden cada vez más los canales habituales", explica a DW Juan Manuel Trak Vázquez, investigador del Instituto Iberoamericano de la Universidad de Salamanca.
"Hay una transición de la política electoral a la contienda de la calle. La oposición, en la Mesa de la Unidad Democrática está compuesta por 17 partidos y no todos comparten estrategias. Pero en la medida en que la gente sigue al llamado de Leopoldo López y de María Corina Machado, la calle se va imponiendo y los más moderados tenderán a aglutinarse alrededor de ellos", prevé el analista.
¿No hay diálogo posible?
Los acontecimientos preocupan en Bruselas, que subraya la libertad de expresión, el derecho a la manifestación pacífica y las garantías que se deben a los detenidos. "Venezuela está en medio de una transición de lo que era una democracia electoral con sus defectos, hacia un régimen más autoritario. Me refiero sobre todo por la represión y las torturas que han sufrido los estudiantes en las manifestaciones en estos días", explica el investigador que se encuentra en este momento en Venezuela.
En esta situación, no queda muy claro dónde está la puerta al diálogo. "Por un lado el gobierno controla todas las instancias institucionales de poder. Y esto hace difícil que se abra una negociación real. Además, el movimiento lo ha liderado el estudiantado, no tanto los partidos. Los partidos se están uniendo a una movilización estudiantil. Tiene sus ventajas pero tiene sus desventajas como la ausencia de mecanismos políticos de resolución de conflictos".
Desde el exterior
Por su parte, desde la Misión de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela ante la Unión Europea se subraya que las manifestaciones fueron convocadas por la derecha y la extrema derecha con el fin de desestabilizar el país y que siguen un patrón similar al seguido durante el fallido golpe de Estado contra el fallecido presidente Hugo Chávez. Estos grupos, así el comunicado, están financiados desde el exterior.
"No hay prueba de que así sea", opina el investigador. Como fuere, añade, "buena parte de la sociedad venezolana está muy molesta con el desempeño del gobierno. Empezando con el tema de la inseguridad y el tema económico, escasez e inflación. El llamado que hicieron Leopoldo López, María Colina Machado y el alcalde metropolitano Antonio Ledesma tuvo buena acogida por ese sector bastante cansado con el funcionamiento del país".
A la delicada situación aportarían, así Trak Vázquez, los grupos armados por el propio gobierno. "Si esos grupos no son detenidos o por lo menos llamados a que no intervengan, existe la probabilidad de una mayor escalada de la violencia".
Rol internacional
Así las cosas, y después de las exhortaciones a la calma por parte de la OEA y también de la UE, ¿queda algo por hacer desde Bruselas? "Es complicado que intervengan organismos multilaterales. Más aún teniendo en cuenta que las relaciones entre la UE y Venezuela son muy distantes", dice Trak, recordando que las recomendaciones de las misiones de observación electoral europeas no fueron muy bien recibidas.
Desde el 2008 Venezuela tiene con Bruselas, oficialmente, un diálogo económico, no uno "político estructurado", como otros países de la región. También en las negociaciones entre la UE y los países del Mercosur Caracas se mantiene al margen.
En esta medida, "lo natural es que sean los países vecinos y la OEA los que tengan un papel destacado en la mediación y en la búsqueda del diálogo, como sucedió en 2002", apunta Trak. "Pero mantener el monitoreo en el tema de derechos humanos es fundamental. Y el exhorto a investigar los hechos sería un papel responsable de la comunidad internacional".