Venezuela: liberan a algunos estudiantes tras protestas del 12-F
15 de febrero de 2014Este viernes (14.2.2014) fueron liberados veinticinco estudiantes detenidos en el marco de las manifestaciones que sacudieron a Venezuela el 12 de febrero, donde tres personas perdieron la vida y muchas otras resultaron heridas. Mientras tanto, la policía volvía a emplear gases lacrimógenos para dispersar los focos de protesta que todavía ardían en varias ciudades. Desde hace días, los jóvenes vienen tomando las calles del país para exigir que no se les criminalice cuando reclaman soluciones para los problemas que aquejan a la población.
Uno de los asuntos que más preocupan a los venezolanos es la violencia criminal. Organizaciones no gubernamentales calculan que ese país –poblado por alrededor de 31 millones y medio de personas– presenta una tasa de 79 homicidios por cada 100.000 habitantes. El Gobierno desestima esa cifra y asegura que son 49 homicidios por cada 100.000 habitantes. Con ese tópico en mente, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció la implementación de un programa para reducir los índices de inseguridad ciudadana.
La estrategia de Maduro consistirá en desmovilizar y desarmar a las seiscientas bandas criminales identificadas por las autoridades para luego integrar a sus miembros al trabajo productivo. Estadísticas extraoficiales apuntan a que en el país circulan ilegalmente entre cuatro y seis millones de armas. No se ha determinado si en esa cuenta figuran las armas de los “colectivos chavistas”, fuerzas de choque que se autodefinen como defensoras del proyecto “revolucionario” chavista y que volvieron a adquirir prominencia esta semana.
Silencio en torno a los “colectivos chavistas”
“Nos inquietan las informaciones según las cuales los manifestantes [del 12 de febrero] fueron atacados por grupos armados que actúan con impunidad”, señaló el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, en un comunicado que envió al Gobierno venezolano para pedirle que enjuicie a los responsables de las muertes ocurridas en Caracas. “Nos preocupa que esta situación pueda generar nuevos episodios de violencia”, agregó desde Ginebra el funcionario de la ONU.
Está por verse si el llamado de Colville cae en oídos atentos. De momento, el Gobierno venezolano se limita a atribuir los incidentes a tres líderes opositores: María Corina Machado, Antonio Ledezma y Leopoldo López. Contra este último pesa una orden de captura. El jueves (13.2.2014), agentes armados de la inteligencia militar habrían irrumpido sin orden de allanamiento en las dependencias de su partido, Voluntad Popular; pero los allegados de López dijeron que el político estaba en casa, esperando a ser arrestado en su domicilio.
Marcada por una polarización sin precedentes en la historia contemporánea de Venezuela, la crisis de ese país suramericano –que no es sólo política, sino también social, económica, institucional, energética e infraestructural– se intensifica a medida que se endurecen los frentes de los bloques en discordia. El catalizador más reciente de las fricciones entre el Gobierno de Nicolás Maduro, la oposición y los partidarios de ambos bandos es la violencia que estalló como epílogo de las protestas estudiantiles del miércoles (12.2.2014).
“Cuatro loquitos”
Aún cuando la investigación de los sucesos no ha culminado, las autoridades sugieren que el talante pacífico de las manifestaciones se vio empañado por infiltrados, personas presuntamente fichadas por partidos opositores con miras a desestabilizar la vida nacional y propiciar las condiciones para un golpe cívico-militar. Prueba de ello serían los ataques contra las sedes de organismos estatales. Pero el Gobierno no ha hecho mención alguna de los grupos de civiles armados alineados con el oficialismo e involucrados en los hechos de violencia.
Maduro tampoco ha hecho alusión a los excesos en que incurrieron las fuerzas de seguridad del Estado cuando arremetieron contra los jóvenes y arrestaron tanto a manifestantes como a periodistas y activistas de derechos humanos. Lo que el presidente venezolano sí hizo este viernes (14.2.2014) fue anunciar que prohibiría por decreto las concentraciones de personas que bloqueen determinadas vías públicas. “No vamos a permitir que cuatro loquitos vengan a trancar las autopistas”, enfatizó el jefe del Gobierno venezolano.
Maduro respondía así a la marcha pacífica en la que participaron cientos de estudiantes este 14 de febrero. Los manifestantes llegaron hasta la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas para ofrecer su versión de los hechos acaecidos dos días antes y para pedirle apoyo a sus representantes. Los estudiantes demandan la liberación de todos los detenidos en la marcha del 12 de febrero y la supresión de sus expedientes penales. Apartando a los estudiantes liberados este 14 de febrero, el Ministerio Público señaló que unas setenta personas más, detenidas durante las manifestaciones, están por ser presentadas ante las instancias judiciales para ser procesados.
ERC ( dpa / Reuters )