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Venezuela – Colombia: una exfiscal no tumba a Maduro

José Ospina-Valencia
22 de agosto de 2017

La exfiscal de Venezuela Luisa Ortega salió este 22 de agosto de Colombia hacia Brasil, con incierto destino final, probablemente EE. UU. ¿Cuál puede ser el impacto de su escape? ¿Qué tantos secretos lleva en su maleta?

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Luisa Ortega Díaz, exfiscal de Venezuela
Luisa Ortega Díaz, exfiscal de VenezuelaImagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos

Si la situación no fuera tan trágica, no solo para la protagonista sino para millones de venezolanos, su salida de Caracas podría ser guión de película de detective británico en misión en el trópico.

Como si llevara un valioso tesoro que todos los malos quieren arrebatarle de sus manos, Luisa Ortega Díaz, exfiscal de Venezuela, otrora luminaria del chavismo y destituida por la Asamblea Constituyente, huyó a oscuras de su país en lancha hacia Aruba y luego en avión privado hacia Colombia. Este 22 de agosto, Ortega siguió para Brasil.

El Gobierno de Juan Manuel Santos le garantizó sus derechos como perseguida política y le ofreció asilo, pero declinó solicitarlo, hasta ahora. "Fue un ofrecimiento apoyado por todas las fuerzas políticas de derecha a izquierda en Colombia cerrando filas en torno al respaldo a los críticos, opositores y disidentes demócratas del régimen de Nicolás Maduro”, dice a DW Roberto Cajamarca Gómez, analista internacional de la situación de Venezuela y Colombia.

Primero la vida, luego el servicio

El escape de Ortega es empero para Cajamarca "un nuevo capítulo en la desbandada de críticos de la dictadura venezolana para proteger sus vidas y las de sus familias”. Según este exasesor diplomático del gobierno de Colombia, "Ortega quiso ponerse primero a salvo en Colombia, y desde aquí buscar asilo en Estados Unidos”.

Si bien la postura crítica de Bogotá frente al desmontaje de la democracia en Venezuela y su consecuente aislamiento es cada vez más importante en la región, según Roberto Cajamarca Gómez, "a Luisa Ortega no le servía mucho obtener asilo en Colombia, toda vez que las leyes estipulan que un refugiado político allí no puede ejercer ninguna actividad pública de su país en suelo colombiano”. Un impedimento para Ortega, a quien parte de la oposición venezolana la sigue considerando la "fiscal oficial”, y de quien esperan que siga ejerciendo desde el exterior.

Además, el "tesoro” con las claves de la corrupción en Venezuela que lleva Ortega está destinado para las autoridades de Estados Unidos, aunque Colombia esté interesada en la vinculación de la exguerrilla. En todo caso, el maletín va supuestamente lleno de valiosas informaciones sobre la red de sobornos de Odebrecht en Venezuela, que apuntarían directamente a Nicolás Maduro, así como la revelación de las estructuras del narcotráfico en las Fuerzas Militares de Venezuela, como rezan las declaraciones telefónicas hechas por Ortega durante la Cumbre de Fiscales realizada en Puebla, México, el pasado 18 de agosto, pocas horas antes de emprender su aventurado escape.

Unos van cantando, otros van llorando

 Pero quienes creyeron que el régimen de Nicolás Maduro caería pronto, debido a la fractura interna del poschavismo, y que el país sería tomado ipsofacto por militares en supuesta "defensa” de la democracia, se han visto decepcionados.

¿Goza el régimen antidemocrático de Maduro de perfecta salud, mientras el pueblo se enferma? La respuesta considera dos aspectos: "En el interior, debido a que los militares no solo dominan el narcotráfico sino muchas empresas de producción, importación y distribución de alimentos, lo que les sirve es seguir apoyando al régimen”, advierte Cajamarca, mientras en el exterior,  "las sanciones aplicadas son insuficientes”.

Si lo que se quiere es "proteger” a la población, "EE.UU. podría poner el dinero que paga a Venezuela por su petróleo en una cuenta fideicomiso con la condición de que solo sea gastado en víveres y medicamentos”, recomienda este consejero en comercio exterior.

Por lo demás, Cajamarca Gómez no cree que el caso Ortega afecte mucho a Caracas, toda vez que "las autoridades estadounidenses ya tienen mucha información sobre el crimen en Venezuela, cuyo régimen autoritario carece de todo crédito entre los Estados demócratas. Y de su naturaleza corrupta ya pocos dudan”. 

José Ospina-Valencia (er)