Venezolanos protestan alrededor del mundo
15 de abril de 2017Buenos Aires, Brasilia, Toronto, Santiago de Chile, Cali, Barranquilla, Barcelona, Guanajuato, Querétaro, Ciudad de Panamá, Londres, Washington DC, Seattle, Nueva York y Atlanta son quince de las cincuenta ciudades en las que se realizaron concentraciones este sábado (15.4.2017) para llamar la atención del mundo hacia la crisis político-institucional que golpea a Venezuela e impide solucionar el resto de los graves problemas que afligen a sus pobladores, desde el desabastecimiento de alimentos y medicinas hasta los altos índices de inflación e inseguridad ciudadana. Bajo la consigna “No más”, esas manifestaciones fueron coordinadas por organizaciones no gubernamentales como Un Mundo Sin Mordaza, Venmundo, Foro Penal Venezolano, Redes Ayuda y Mujeres Venezolanas en Acción. Según un comunicado difundido por los convocantes, su objetivo es “exigir el fin de la represión en Venezuela y la celebración de elecciones, buscando lograr reconciliación nacional y el fin de la crisis humanitaria en el país”.
Movilizaciones en Alemania
Las urbes alemanas donde tuvieron lugar concentraciones este 15 de abril son Berlín, Düsseldorf, Fráncfort, Hamburgo y Stuttgart. En entrevista con DW, Anke Kunze, una de las organizadoras del acto público en Hamburgo, sostiene que no está afiliada a partido político alguno y que lo que la mueve a orquestar estos clamores de protesta –comenzó reuniendo a un centenar de personas en cinco eventos en el año 2014– es la grave situación de Venezuela, en cuya capital vive su familia. Kunze alerta sobre una inflación sin frenos, el auge sin precedentes de la violencia criminal y la escasez de productos de primera necesidad, incluyendo los fármacos más básicos. Yo le mando medicamentos a mi familia con amigos que viajan a Venezuela, pero esa no puede ser la solución al problema”, señala Kunze.
Milsy Liebezeit es una de las organizadoras de la movilización de Düsseldorf. La experta en gerencia hotelera llegó a Alemania en 1998 –justo cuando Hugo Chávez ganó sus primeras elecciones con el 56 por ciento de los votos– y obtuvo la nacionalidad alemana una década más tarde; pero eso no hizo mella en su interés por dar a conocer las tribulaciones de su tierra natal. Después de todo, casi toda su familia vive en Venezuela. Liebezeit viene contribuyendo desde hace tres años y medio a organizar eventos para denunciar los desafueros del establishment chavista y llamar a sus compatriotas a la despolarización. “Ninguno de nosotros tenemos formación política; no tenemos nada que ver con partidos. Lo que queremos lograr es la unión entre los venezolanos”, dice Liebezeit.
Su incipiente activismo político le permitió llegar a Bruselas, donde habló ante el Parlamento Europeo sobre la situación que se vive en Venezuela. Liebezeit admite que varias formaciones políticas venezolanas intentaron acercarse a ella para pedirle que fuera su representante en Europa; pero ella se negó alegando que “si me sumo a un partido, pierden fuerza nuestras convocatorias. Nuestra intención es unir a los venezolanos y lograr que el odio entre hermanos desaparezca”, argumenta Liebezeit. A su preocupación por el devenir de Venezuela se suman inquietudes más concretas y cercanas: “Mi mamá transita de un país a otro. Lamentablemente, las leyes alemanas me impiden gestionarle su residencia en Alemania”.
Nuevas concentraciones
Los organizadores de la protesta mundial de este 15 de abril anunciaron que las actividades no se limitarán a este sábado. Éstas se extenderán hasta el próximo 19 de abril, cuando Venezuela celebra los 207 años de su Declaración de Independencia. Para ese día, la mayor alianza de partidos opositores, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), convocó a “la madre de todas las marchas” en Caracas con miras a exigir la celebración de elecciones, la liberación de los presos políticos, el restablecimiento de los poderes a la Asamblea Nacional y la apertura de un canal humanitario para paliar la escasez de alimentos y medicinas. Para ese día también están previstas concentraciones en las ciudades alemanas de Chemnitz y Múnich.