Urge solución europea a la inmigración
6 de octubre de 2005
Las fronteras de España ya no sólo les incumben a los españoles. Son la puerta de Europa, y la salida de emergencia, para millones de personas atrapados en un continente que no les puede ofrecer un futuro. Ellos no tienen nada que perder, más que la vida. Y la vida se la juegan cuando deja de merecer la pena vivirla.
El problema es grande y la solución se presenta aún poco perfilada. Europa no tiene capacidad para acoger a todos los que sueñan con alcanzarla. Y los sueños no se esfumarán hasta que la realidad del Tercer Mundo no cambie.
Desde la Unión Europea
Los presidentes de Ceuta y Melilla hablarán ante el Parlamento Europeo, para explicar a los eurodiputados de primera mano la crisis que están viviendo sus ciudades. Una comisión de parlamentarios europeos visitará personalmente los enclaves españoles en Marruecos, dentro de un programa de la Unión Europea para evaluar la situación de los inmigrantes en diversos centros de acogida de países europeos, y que ya ha llevado a los funcionarios hasta la isla de Lampedusa, en Italia.
"Estamos realizando una tarea de concienciación a nivel europeo, para que los miembros de la cámara comprendan que esto es un problema comunitario y no sólo de los países fronterizos de Europa", dijo en entrevista a DW-WORLD Agustín Díaz de Mera, parlamentario europeo del Grupo Popular y miembro de la comisión de Libertades, Justicia e Interior de la Comisión Europea.
La recién fundada Agencia Europea de Fronteras Exteriores podría convertirse en un futuro en la coordinadora de una política de inmigración conjunta para toda la Unión, pero para ello, explicó Díaz de Mera, la Agencia debería contar con más medios y más presupuesto. "La Agencia puede llegar a convertirse en una mera institución de repatriación masiva, y eso no es lo que nosotros queremos. Para que sea efectivo, hay que dotar a este organismo de más competencias y dinero, porque ahora sólo puede actuar gracias a la ayuda de los Estados miembros y depende de la información que éstos le facilitan", según Díaz de Mera.
¿Existen las soluciones?
Díaz de Mera propone cinco puntos para controlar el problema, que necesitan de la intervención de la Unión Europea para tener éxito. Primero, controlar la inmigración ilegal y luchar contra las mafias que trafican con seres humanos, creando redes de información en los países de origen de los inmigrantes y logrando la lealtad de los Gobiernos de dichos países.
En segundo lugar, regular una inmigración legal, para la cual, en tercer lugar, se hace necesaria una política de integración efectiva. En cuarto y en quinto lugar se sitúan la aplicación de políticas de asilo y las ayudas a las zonas problemáticas.
La idea que manifestó el pasado año el ministro del Interior alemán, Otto Schily, de construir "Centros de Acogida", centros de refugiados, en diversos países del Norte de África, tuvo buena acogida entre diversos ministros europeos, pero fue muy criticada desde las organizaciones protectoras de los Derechos Humanos.
Tras los últimos acontecimientos, el plan de los centros de refugiados norteafricanos podría recobrar actualidad. La esperanza es que los miembros de la Unión Europea encuentren conjuntamente otra solución, que además de poner fin al problema valore a los inmigrantes como seres humanos con una vida, que tiene el derecho de ser digna.