Unión Europea: un mundo sin fronteras
21 de diciembre de 2007
No serán muchos los viajeros que quieran atravesar diagonalmente el territorio que a partir de este viernes estará libre de controles para los ciudadanos europeos. El viaje, supongamos, parte desde Groenlandia, y cruza miles de kilómetros hasta llegar a Malta. Un recorrido que supone mucho tiempo para atravesar por barco, por tren y a través de autopistas buena parte de los 24 países pertenecientes a la Unión Europea sin fronteras, lo que ha sido celebrado en el Viejo Continente como un paso histórico hacia una nueva era.
Cruzar diagonalmente Europa
Supongamos que el viaje parte del punto más septentrional del hemisferio norte, en Qaanaaq. Es la única población en la región de Groenlandia, en donde habitan los Thule, un pueblo esquimal emparentado con los Inuit de Canadá, que presumiblemente llegó a esas lejanas latitudes en el año 1 000 a través de Alaska. Groenlandia, aunque no es parte de la Unión Europea, es parte del reino de Dinamarca y por su membresía a la Unión Nórdica de Pasaportes, que tiene vigencia desde 1954 y a la que pertenecen además de Dinamarca, Suecia, Finlandia y Noruega, en la práctica es como si hubiera ratificado el Tratado de Schengen.
Malta, al igual que otros ocho países que ingresaron a la Unión Europea el 1° de mayo de 2004, Polonia, la República Checa, Hungría, Eslovenia, Eslovaquia, Letonia, Lituania y Estonia, retiró sus controles fronterizos para los ciudadanos comunitarios a partir de hoy. A principios de 2008 se simplificarán también los trámites para los viajes aéreos. Ya no será necesario presentar un pasaporte en aeropuertos, bastará con una identificación oficial.
Tratado de Schengen
Cuando el 14 de junio de 1985 Francia, Alemania y los países miembros del Benelux, -Bélgica, Holanda y Luxemburgo firmaron el llamado Tratado de Schengen, en el pueblecito luxemburgués de dicho nombre, nadie se imaginó la trascendencia que tendría el Tratado. A la firma tan sólo asistieron funcionarios de segundo rango, ahora Schengen se ha convertido en un símbolo de la integración europea, cuyo objetivo es eliminar los controles fronterizos dentro del espacio Schengen, que a partir de hoy abarca a 24 naciones.
Sobre todo a los nuevos países miembros que eliminan sus fronteras con la Unión Europea, el espacio Schengen les hace pertenecer verdaderamente el selecto club europeo. “La ampliación de la Unión Europea es el punto culminante de un proceso que inició con la caída del Muro de Berlín”, dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, quien tomó parte junto con la canciller alemana, Angela Merkel, en las celebraciones que tuvieron lugar en distintos puntos del nuevo territorio de la UE.
Si bien 30 países han suscrito el Tratado de Schengen no significa que pertenecen automáticamente todos a la zona libre de fronteras. Un tratado adicional, tan importante como el firmado en 1985 es el Tratado de Schengen II, en vigencia desde 1990, que establece las reglas del juego. Caen las fronteras pero al mismo tiempo aumenta la seguridad. Eso se traduce en una cooperación policial funcional, un intercambio más rápido de información a través del sistema de cómputo, SIS, y un mayor control policial al interior de cada país, para que la libertad de movilidad no se traduzca en una mayor movilidad delictiva.
Blindaje de fronteras externas
Adicionalmente habrá un fortalecimiento del control fronterizo exterior, es decir, un blindaje de las fronteras externas de la UE, por ejemplo, entre Polonia y Bielorusia, entre Hungría y Ucrania. Ni Bielorusia ni Ucrania pertenecen al espacio Schengen. Por otra parte, si bien Rumania y Bulgaria son nuevos miembros de la Unión Europea, todavía no han sido aceptados en el espacio de libre circulación, pero está previsto su ingreso a partir del 2011. Por su parte Gran Bretaña e Irlanda, miembros plenos de la UE, se rehúsan a pertenecer al club de libres fronteras.
La Unión Europea se convierte así en una gran fortaleza de bienestar que blinda sus fronteras exteriores ante los intentos de desesperados inmigrantes económicos, sobre todo aquellos provenientes de África, Asia o América Latina. Son las fronteras externas las más vulnerables. Por ejemplo la extensa frontera oriental polaca, se presta a ser punto de acceso para inmigrantes que buscan fortuna en Europa. El levantamiento de fronteras no ha estado exento de críticas. “Es una irresponsabilidad”, espetó el presidente del Sindicato de Policías de Alemania, Konrad Freiberg. “Se hizo a un lado toda consideración de seguridad, cuando la policía fronteriza bávara y la de la República Checa, ni siquiera son capaces de comunicarse por radio”, dijo. Eso se debe a una causa. Mientras que los policías bávaros siguen utilizando aparatos análogos, los checos hace mucho utilizan un sistema radial digital. Así que entre la frontera germano polaca puede haber una diferencia tan abismal como la existente entre Groenlandia y Malta.