UE busca empleados
16 de marzo de 2010La Unión Europea emplea a unos 40.000 funcionarios emplazados principalmente entre Bruselas, Luxemburgo y Estrasburgo; éstos –así la idea generalizada- viven a todo dar con muy buenos sueldos y una garantía de empleo de por vida. Gente interesada en conseguir un puesto así debe haber por miles, se pensaría. Pero no es del todo cierto, la UE tiene dificultades en conseguir personal calificado. E inicia una nueva ofensiva de búsqueda de personal, con un procedimiento de selección mejorado.
La campaña de motivación para que la gente se anime a solicitar empleo en una institución europea se la encuentra incluso en YouTube. Buenas posibilidades de ascender, un entorno laboral multicultural, “eso caracteriza a la UE”. Quien sea ciudadano de la UE y hable por lo menos dos lenguas oficiales europeas puede solicitar un puesto ahí.
Pero hacer la solicitud es sólo un paso. 350.000 personas lo hicieron en los últimos años; una plaza obtuvieron sólo 10.000. Judith Bürger es una de las personas que logró superar todas las pruebas del largo y difícil proceso de selección. “Me inscribí en verano de 2005 y me dieron el puesto a comienzos de 2008”, cuenta Bürger. Había que pasar primero una prueba muy compleja, “el concurso”, que es sinónimo de mucho trabajo.
Un examen con todas las de ley
“Sí, fue difícil. Primero había que responder preguntas relativas a la Unión Europea. Como había hecho la carrera Estudios Europeos, me lo sabía bastante bien. Sin embargo, las preguntas eran tan especializadas que había que repasar concursos anteriores”. Los libros para prepararse para el temido concurso llenan varias estanterías en las librerías bruselenses. Para Bürger lo más difícil estaba por venir:
“Cuando uno ha aprobado el concurso, pasa a una lista de reserva. Eso permite apenas solicitar empleo. Como en el mercado laboral normal, hay que encontrar primero una plaza. A menudo, esto hace todo el proceso mucho más difícil y largo”, cuenta la joven alemana. A lo largo de 50 años, las instituciones europeos han seleccionado de esta manera a su personal; ahora el método no funciona más.
Se busca
“Necesitamos a los mejores graduados de toda Europa y por ello requerimos de un procedimiento de selección adecuado, eficiente, rápido. Es muy difícil ser competitivos en el mercado laboral –y conseguir a los mejores- cuando uno espera previa tan larga”, explica David Bearfield, jefe de la Oficina de Selección de Personal de la UE, quien ha ideado y ayudado a implementar las reformas.
Entre cinco y nueve meses después del examen tiene que haber una decisión; la preselección tiene lugar en cada uno de los países miembros a través de un test computarizado. Los mejores mil serán invitados a Bruselas para ser analizados minuciosamente. Pero no se trata sólo de saberse la UE al revés y al derecho. “Vamos a simular el ambiente laboral cotidiano. Así veremos de verdad a quién tenemos al frente”, dice Bearfiedl.
¿Y cuál es el perfil ideal del que se postule para trabajar en una institución europea? “Es muy importante que sea capaz de analizar contextos verdaderamente complejos. Tiene que saber comunicarse muy bien y tener mucho aguante. Tiene que poder soportar el trabajo en un entorno muchas veces altamente político. Y lo que es muy importante en una UE de 27 miembros y 23 lenguas: ¿cómo trata a los demás en el día a día?”, explica Bearfield.
Una torre de Babel
Con respecto a las lenguas: el dominio absoluto de una lengua oficial aparte de la materna es una condición básica. Quien quiera ascender tiene que saber una tercera. Para Judith Bürger esto no representó un problema: “Tengo colegas alemanes, pero la verdad es que hablo todo el día inglés y francés. Entretanto prefiero escribir textos en inglés, pues muchos términos técnicos ni siquiera los conozco en alemán”.
Por todo lo anterior, Bürger no comparte la opinión generalizada de que se les paga demasiado a los funcionarios comunitarios: “Primero que no son los 15.000 euros de los que habla la prensa amarillista. Las condiciones son buenas, sí; pero la verdad es que si no lo fueran, la gente se iría al sector privado. Todos hablan dos, cuatro, cinco idiomas; tienen una o dos maestrías, dejan su país de origen, la familia vive lejos. Las condiciones que ofrecen no son exageradas”, dice la feliz funcionaria.
Y la verdad es que los alemanes no hacen fila en para conseguir un puesto en Bruselas. Los alemanes conforman el 15 por ciento de la población europea, pero el porcentaje de solicitudes de empleo de alemanes no alcanza el 5 por ciento; en el volumen total de funcionarios de la UE, la presencia de Alemania es bastante débil. Por eso, así el anuncio en YouTube: “¿interesado? Entonces, ¿por qué trabajar para una empresa si puede trabajar para toda Europa?”
Autor: Martin Bohne/mb
Editor: José Ospina