Unión Bancaria: cada vez más cerca
19 de diciembre de 2013“El mensaje de Navidad es que Europa funciona“, bromeaba el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble al comienzo de las consultas con sus homólogos europeos sobre la Unión Bancaria.
Tras meses de negociaciones, en Bruselas se vislumbra un modelo común para controlar los bancos europeos y, aunque los últimos obstáculos jurídicos serán salvados en 2014, la voluntad política para crear un mecanismo de control ya es palpable. Para Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, un importante cambio. Al igual que para Schäuble, que alababa el trabajo hecho por el grupo de ministros de Hacienda.
Administración y fondos complicados
A partir de 2014, los 130 bancos más importantes de Europa serán controlados por el Banco Central Europeo. En caso de que éste decida intervenir, se pondría en marcha el Mecanismo Único de Resolución (MUR), un nuevo sistema que desarrollará un plan de saneamiento financiado por el propio banco, sus acreedores y, de ser necesario, por los nuevos fondos bancarios.
Para aprobar la intervención, los ministros esbozaron un complicado proceso en parte originado por las dudas legales planteadas por Alemania. Serán los ministros de Finanzas y no la Comisión quienes tengan la última palabra. Para el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, un proceso “muy complicado” y caro.
Sobre todo cuando en caso de bancarrota hay que actuar rápidamente para no provocar turbulencias en los mercados financieros que contagien a otros bancos. Ante tales críticas, que llegaban también de fuera de Europa, el ministro alemán de Finanzas, se defendía alegando: “Sé que es complicado. Pero si alguien tiene una idea mejor para hacer una unión de 28 naciones y 18 monedas, que me lo diga”.
En 10 años, un fondo de resolución de bancos
El mayor punto de discusión entre los países ricos y pobres de la Zona Euro era el Fondo de Resolución de los bancos. Dicho fondo debería alimentarse de los bancos durante 10 años, a través de aportaciones anuales hasta alcanzar los 55.000 millones de euros.
Hasta entonces, según la propuesta alemana, los Estados miembros serían responsables en caso de una bancarrota y únicamente en caso de no tener solvencia, podrían recurrir al Fondo de Rescate Europeo (MEDE)en Luxemburgo respetando estrictas condiciones para el crédito. Exactamente tal y como lo hizo España para salvar sus bancos.
Para países en crisis como España, Irlanda o Italia, era preferible que los bancos se alimentasen directamente de una caja común del Fondo de Rescate. Así, la financiación necesaria no aumentaría la deuda de los Estados. Sin embargo, no pudieron imponer su posición. Schäuble por su parte, aclaraba que no se trata de una “línea de crédito para cualquiera”.
Bancos más responsables
Según el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, la Unión Bancaria sería el proyecto más importante de la UE para evitar una nueva crisis a costa del contribuyente. Pero a pesar de que tanto el riesgo como la responsabilidad serán mayores para banqueros e inversores, Schäuble se mostró convencido de que al final dará más estabilidad al euro: “La Unión Bancaria es un gran paso para estabilizar nuestra moneda y convencer a los mercados financieros de que funciona a pesar de las complicadas estructuras”.
A largo plazo, Alemania propone una modificación de los tratados europeos para convertir la compleja Unión Bancaria en una institución europea real acogida al derecho europeo. Por su parte, el Parlamento Europeo, el Consejo de Ministros y la Comisión Europea acordaron una garantía de 100.000 euros para los depósitos en caso de bancarrota.
Con esa medida, la Unión adopta el modelo alemán de garantía de fondos. Para el ministro alemán de Finanzas, un acuerdo con perspectivas casi bíblicas: “No estamos en la Jerusalén celestial pero estoy mostrando el camino. En el futuro ya no necesitaremos el fondo de rescate”.