¿Una victoria para el pueblo de Argelia?
12 de marzo de 2019Durante tres semanas, decenas de miles de argelinos protestaron contra un quinto mandato de su presidente. Ahora, supuestamente, han sido escuchados. "He seguido la evolución de los acontecimientos y comprendo las razones de los numerosos ciudadanos que utilizan este tipo de expresión", anunció con cierta torpeza la agencia estatal de noticias argelina en nombre de Abdelaziz Bouteflika, presidente eterno de Argelia. Pero luego siguió una declaración clara y contundente en nombre de este hombre de 82 años: "No habrá un quinto mandato".
Eso es exactamente lo que la gente había exigido, y eso es exactamente lo que ha recibido ahora. Aunque no está claro si el gravemente enfermo Bouteflika realmente lo ordenó él mismo o si otros le pusieron las palabras en la boca. De nuevo, en la televisión estatal sólo se podían ver imágenes silenciosas del presidente. El texto, supuestamente escrito por él, fue recitado por otros.
Regalo envenenado
Los argelinos pueden estar orgullosos de haber convencido a su presidente, que presuntamente ya no es capaz de actuar, de que se retire como jefe de Estado con -al menos hasta ahora- medios predominantemente pacíficos y una cultura ejemplar de protesta de la sociedad civil. Es una prueba impresionante de que los ciudadanos están decididos a reformar el sistema político y que no se dejarán engañar ya más. Es por eso que miles de ellos salieron a las calles de nuevo hoy (martes, 12 de marzo).
Porque el "regalo" que se les anunció en nombre del presidente en silla de ruedas está envenenado: Bouteflika, al que muchos argelinos llaman "momia" o "marioneta", no quiere presentarse por quinta vez. Pero las nuevas elecciones, a las que quería presentarse en abril, se posponen a favor de un proceso de reforma nacional. Concretamente: el actual cuarto mandato de Bouteflika se prorrogará una vez más hasta por lo menos 2020. Es comprensible que esta parte del anuncio oficial haya sido recibida con la máxima desconfianza por los manifestantes. Bouteflika gobierna el país desde 1999.
El futuro es incierto.
El primer ministro Ahmed Ouyahia fue destituido. Había hablado de un posible "escenario sirio", es decir una guerra civil, en Argelia. Esto se entendió como amenaza en el país, que vivió una guerra civil en la década de 1990 con un estimado de 200.000 muertos. También se especula que el reconocido diplomático y ex mediador sirio de las Naciones Unidas, Lakhdar Brahimi, podría desempeñar un papel más importante en la política argelina en el futuro. Ambas cosas podrían tranquilizar la situación, pero esto no es en absoluto seguro. Sólo un día después de la anunciada retirada de Bouteflika, miles de argelinos volvieron a salir a las calles. Se han vuelto a anunciar protestas masivas a nivel nacional para el próximo viernes.
¿Un nuevo comienzo?
Es de esperar que estas protestas tan comprensibles sigan siendo pacíficas, y no sean explotadas por las partes interesadas para crear el caos. También los manifestantes son responsables de ello, ¡pero aún más el gobierno! Todos los argelinos saben que durante muchos años Bouteflika ha estado rodeado de un círculo cerrado de militares, empresarios, miembros del partido y de la familia que se divide no sólo el poder político sino también la riqueza económica entre sí. ¿Están estas fuerzas realmente dispuestas a emprender un nuevo comienzo? ¿Renunciarán realmente a los privilegios políticos y económicos para crear puestos de trabajo y perspectivas para la juventud de Argelia? Sería deseable para Argelia, pero el escepticismo sigue siendo justificado. No se puede descartar que el teatro de títeres argelino se limite a entrar en una nueva ronda.
(gg)
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