Una nueva oportunidad para Somalia
23 de febrero de 2012El tiempo corre. En agosto expira el mandato del Gobierno de Transición Somalí (TFG por sus siglas en inglés) y nadie en la Comunidad Internacional de Estados quiere que se produzca un vacío de poder en un país caracterizado por el hambre, el terrorismo islamista y la desintegración del Estado. Hace poco, imágenes de peleas en el Parlamento habían recordado a los observadores en Somalia que aún es largo el camino a la democracia en este país, situado en una posición geoestratégica en el Cuerno de África. Pero también la reforma de la Constitución, en cuya elaboración han participado juristas alemanes, necesita urgentemente nuevos impulsos.
Por ello, la Comunidad Internacional quiere reforzar el proceso de paz por medio de una conferencia que se lleva a cabo este jueves en Londres. El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y la ministra estadounidense de Relaciones Exteriores, Hillary Clinton, estarán entre los participantes.
Problema de seguridad: la diáspora radicalizada
Al país anfitrión, Gran Bretaña, sin embargo, lo impulsa un interés muy propio. Cada vez más jóvenes somalíes con pasaporte británico están viajando al cuerno de África para ser formados como terroristas. Esto representa un riesgo de seguridad considerable para el país, sobre todo a causa de los Juegos Olímpicos que tendrán lugar en Londres este verano. Por esta razón, no es ninguna casualidad que el ministro británico de Asuntos Africanos, Henry Bellingham, haya visitado antes de la conferencia la mezquita en Finsbury Park, en el norte de Londres. Poco antes, el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, había hecho una corta visita a la capital somalí, Mogadiscio, para reabrir allí la embajada, un símbolo de la lucha británica contra el terrorismo.
La unión de las milicias islamistas Al Shabaab con la red terrorista Al Qaida también será un tema de gran importancia en la conferencia, en la cual se tratarán de reforzar los lazos entre los países involucrados de Occidente y los representantes árabes de Catar, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. Estos últimos se quejan de la dominancia de Estados Unidos y de su aliado regional Etiopía, quienes se niegan completamente a negociar con Al Shabaab.
Solución solo en la mesa de negociaciones
“Los Estados Unidos y países como Gran Bretaña no quieren hablar con las milicias Al Shabaab porque todavía las consideran una organización terrorista”, dijo Emmanuel Kisangani, experto en asuntos somalíes del Instituto de Estudios de Seguridad (ISS) en Nairobi, Kenia. Temen con este paso una legitimación de los islamistas. Sin embargo, las milicias controlan una gran parte de Somalia y son reconocidas por parte de la población como un factor de seguridad y, por ello, también como un interlocutor importante, aseguró el experto y añadió que “una solución puramente militar para Somalia no tiene probabilidad de éxito”.
Entretanto, los países vecinos de Somalia ya han tomado la iniciativa. El Ejército de Kenia está avanzando desde el sur contra posiciones de Al Shabaab. Con el apoyo tácito de los Estados Unidos y del grupo regional de Estados IGAD, la autodesignada potencia regional de Etiopía ha estado enviando soldados a Somalia desde el 2006 para proteger lo que reclama ser sus “legítimos intereses de seguridad” frente a las milicias.
Pero también la delegación alemana quiere proteger sus intereses de seguridad. Los alemanes viajan a Londres con un nuevo concepto para Somalia apoyando al Consejo de Paz de Seguridad de la Unión Africana (UA) como organización central de toma de decisiones en cuanto al conflicto somalí. Con la apertura de una embajada en Yibuti, Berlín quiere tratar el tema de “estabilidad regional en el Cuerno de África” a largo plazo.
No hay hoja de ruta para el tiempo después del TFG
Según Walter Lindner, encargado de Asuntos Africanos en el ministerio alemán de Asuntos Exteriores, la crisis humanitaria con más de 100.000 muertos en la región ha mostrado a Alemania que hay que hacer un nuevo esfuerzo en Somalia después de 22 años de estancamiento. “También la piratería, el terrorismo y la migración provenientes de Somalia son puntos que se deberán tratar más intensamente.”
La reunión de un día en Londres ya ha sido criticada de antemano. Según Kisangani, no hay una hoja de ruta para el tiempo después del 23 de agosto cuando expire el mandato del gobierno actual. “Yo tengo muchas dudas. Todos quieren que el mandato del Gobierno de Transición actual termine, pero nadie parece saber lo que vendrá después.”
Soluciones regionales para problemas regionales
La disposición de tropas, así como la dotación financiera de la misión de paz, bajo el control de la UA (AMISOM), será también uno de los temas centrales. Antes del comienzo de la conferencia, la Unión Europea había señalado querer contribuir con “recursos significativos“, para aumentar el presupuesto mensual de 10 millones de euros. Con una contribución de 1.000 millones de euros en los pasados cuatro años, los europeos se han convertido en los mayores financiadores del país africano.
El primer ministro somalí, Abdiweli Mohamed Ali, será reconocido por su mensaje de que el conflicto en el Cuerno de África solo puede ser resuelto con la participación de los países vecinos. Ali dijo a DW que la piratería, el terrorismo y la anarquía ya se habían extendido a los países vecinos y que por eso solo se podrían erradicar en un contexto regional.
Autor: Ludger Schadommsky/Gabriel Domínguez
Editor: pablo Kummetz