“Una noche”: jóvenes cubanos emigran por mar

El auditorio en la Casa de las Culturas del Mundo en Berlín, donde tiene lugar la sección Generation 14 Plus para un público adolescente, estaba repleto anoche con motivo del estreno mundial de la cinta rodada en La Habana que sumergió al espectador durante 90 minutos en la vida cotidiana en el país socialista. La cinta mostró no sólo sus calles coloridas llenas de sol, que transmiten el aire tropical que se respira, sino también abordó las dificultades de sus habitantes para salir adelante en un país lleno de limitaciones, donde la policía protege a los turistas y persigue a los lugareños.

La cinta narra en primera persona, como si fuera un diario contado por la protagonista Lila (Anailin de la Rúa de la Torre), la relación con su hermano gemelo Elio (Javier Núñez Florian), quien ha sido su mejor amigo y aliado desde que ella recuerda, hasta que aparece en escena Raúl (Daniel Arredondo), un joven cuya madre es prostituta y tiene sida. Raúl hace malabares para conseguir el medicamento que necesita su madre. Entre tanto también se ha convertido en el mejor amigo de Elio y ambos pactan que algún día huirán de Cuba.

El drama de los balseros cubanos

“Viajé por primera vez a Cuba hace diez años y me impresionaron mucho las historias que escuché de gente que se iba de la isla en balsas. Nunca había visto una cinta sobre este tema y yo quería entender esto con más profundidad, entender una decisión que me parecía muy radical y arriesgada”, dice Mulloy en conversación con DW.

Cuando Raúl es perseguido por la policía por haber golpeado a un turista que encontró teniendo relaciones sexuales con su madre, se percata de que ha llegado el momento de huir. Lila nota a su hermano Elio cada vez más distante, hasta que descubre el plan secreto que ha urdido con su amigo.

Lila no se imagina vivir sin su hermano y decide que aunque le tiene miedo al mar no dejará que parta sin ella. Elio construye un bote y cuando por fin está listo se embarcan los tres en la aventura, que dura un día y una noche.

El primer largometraje de la cineasta nacida en Londres en 1979, cerró también sus estudios de cine en la Universidad de Nueva York, y está basado en un caso real que escuchó la cineasta contar en el Malecón. Es una tragedia contada desde la perspectiva juvenil, que es representativa de una sociedad donde muchos no ven otra alternativa que no sea huir por mar y sus anhelos se ven truncados por un naufragio y el ataque de tiburones.

“El Gobierno cubano nos ayudó muchísimo, creo que están abiertos y comienzan a incluir otros puntos de vista, a final de cuentas el cine es arte y tiene muchas interpretaciones también”, asegura Mulloy. La cineasta reconoce que el apoyo cubano también se debe a que la historia de la cinta es ejemplar de lo que puede suceder a alguien que piensa huir en una balsa por mar.

El largometraje es la primero de una trilogía, que tendrá nuevamente actores cubanos y será rodada en Cuba en su segunda parte, y cuyo tercer componente será filmado en Estados Unidos. La cineasta llegó a Berlín con todo el equipo que participó en el proyecto, que recibió una larga ovación del público en Berlín.

Griterío en el teatro

El teatro se convirtió en un griterío cuando aparecieron los actores recién llegados de La Habana, que dijeron ante el auditorio no haber visitado muchos países en su vida, pero Alemania parecía ser uno de los más lindos que hay. Cada uno coincidió en que participar en la película les cambió la vida.

Sin embargo una cierta “vigilancia” de las autoridades cubanas se sentía presente. Poco antes de entrevistarlos por separado esta periodista fue advertida de no abordar temas políticos con ellos. Durante la conversación estuvo presente el productor cubano.

“La película tiene una enseñanza”, subrayó la actriz Anailin de la Rúa de la Torre, y añadió: “que es que uno no puede arriesgarse porque pasa esto (que naufragas y te atacan los tiburones), que espero que todo el mundo entienda”. ¿Pero y si sales de Cuba en otras condiciones? “En todo el mundo hay inmigrantes”, respondió.

Por su parte el actor Javier Nuñez Florian opina que la película tendría un buen recibimiento en Cuba: “Los temas que toca le gustan al cubano, es una película fresca y relajada, gustaría en todo el mundo, pero en especial en Cuba”, dice, mientras que Daniel Arredondo dice sentirse muy emocionado. “No esperaba este recibimiento tan grande, estoy emocionado y feliz de que la película haya gustado”.

Autora: Eva Usi
Editor: Pablo Kummetz