Una Navidad ecológica
Navidad es el periodo de las tradiciones: Sin embargo, con el cambio climático, es imprescindible adaptarse y hacer que el árbol de Navidad no sea el único elemento verde de estas fiestas.
Regalar menos
¿Tiene realmente que ser sinónimo de consumo la Navidad? Un sondeo de 2016 realizado por un banco alemán demuestra que el 10% de los europeos no recuerdan qué regalo recibieron. ¿Tal vez sea el momento de regalar una experiencia? Algo que no quepa en un paquete y sea realmente memorable.
Háganlo ustedes mismos
Y si no resisten a la tentación de regalar algo, ¿por qué no hacerlo ustedes mismos en vez de comprarlo? Tener una idea y ponerla en práctica toma más tiempo que surfear en Internet, pero da más satisfacción; tanto para el que regala como para el que recibe.
Envolturas sostenibles
Ya sea que hagan sus propios regalos o que sucumban a la necesidad de comprarlos, pueden ser creativos al empaquetarlos. Para evitar gastar papel, pueden usar telas. Funciona igualmente, no se rasga y el destinatario del regalo puede usarla de nuevo. Pueden también usar hilos o cordeles en vez de cinta adhesiva. ¿Para las etiquetas? Cartones viejos.
¿Chocolates o no?
Uno no puede escapar de los dulces con chocolate en este período del año. Pero tampoco pueden olvidar que la mayoría de los chocolates están hechos con aceite de palma cuyas enormes plantaciones son responsables de deforestaciones en países como Indonesia. Para disfrutar de unos chocolates más ecológicos, lean las etiquetas o escojan una naranja.
Estrellitas centelleantes
Aunque sean muy lindas, todas las pequeñas luces que hacen centellear nuestro adviento no funcionan solas. Una simple guirnalda de 30 luces consume más electricidad en seis horas que un refrigerador que funciona todo el día. Pero, para quien gusta de las luces, la solución más sencilla son las LED: duran más tiempo y necesitan solo un 10% de la energía que consume una luz común.
Velas radiantes
Uno suele pensar que las velas son una alternativa sostenible a las luces eléctricas de Navidad. Pero no es necesariamente el caso. La mayoría de las velas están hechas con aceite y, por eso, no son tan buenas. Si quieren un parpadeo más sano, las velas de cera de abejas son la solución. Son más caras y se derriten rápidamente pero nos evitan tener mala conciencia.
La cuestión de la carne
Dejar de comer carne es algo que todos podemos hacer para reducir nuestra contaminación del planeta. Pavo, pato, ganso: para mucha gente Navidad es sinónimo de festín de carne. Si no pueden dejar de comer carne para Navidad, el nuevo año puede marcar un cambio de dieta.
Árbol de Navidad
La atracción principal de las fiestas navideñas siempre divide a la familia: unos quieren un árbol natural y otros prefieren uno falso. Ambos tienen sus inconvenientes: los de plástico están hechos con petróleo y los otros crecen para ser cortados y decorados. La solución más sencilla es no tener ningún árbol. O alquilar o comprar uno que se pueda usar de nuevo el próximo año.