Una bofetada para Wilders

Los partidos proeuropeos y quienes han hecho campaña electoral a su favor tienen motivos para alegrarse. Recibirán viento a favor desde Holanda, si se conforman las proyecciones. El xenófobo Geert Wilders, contrario al islam y a la Unión Europea, recibió una estrepitosa bofetada de parte de los electores que, contradiciendo los sondeos de opinión, optaron por partidos europeístas. Su “Partido por la Libertad”, de extrema derecha, resultó cuarto y no primero, como cabía temer. Geert Wilders, quien ya había perdido en elecciones nacionales y locales, había conferido a los comicios europeos el carácter de “elección histórica” o incluso de referéndum contra la UE. Una vez más perdió, sufriendo una derrota “histórica”.

Los holandeses dieron en cambio el primer lugar al partido proeuropeo D66 y, contrariamente a lo previsto, incluso fortalecieron a los partidos gobernantes. Desde el punto de vista europeo, votaron positivamente, aunque, como suele ocurrir en Holanda, apenas cerca de un 40 por ciento del electorado acudió a las urnas.

La bancada de extrema derecha sigue siendo viable

Geert Wilders solo podrá enviar tres diputados al Parlamento de Estrasburgo. Eso dificultará el propósito de formar una bancada de extrema derecha xenófoba con el Frente Nacional francés, pero no lo volverá imposible de realizar. En el Parlamento Europeo, una bancada requiere 25 diputados, procedentes de 7 países. Los xenófobos todavía podrían salvar ese obstáculo. Si las encuestas están en lo cierto, Marine Le Pen, jefa del Frente Nacional y aliada de Wilders, podría superar este domingo en Francia claramente a los socialistas gobernates. Eso constituiría una tragedia para este país que, junto con Alemania, ha sido por mucho tiempo el motor de la integración europea.

Quizás los sondeos de opinión se equivoquen allí tanto como en Holanda; cabe esperar que los demócratas también se impongan en Francia. Una mujer como Marine Le Pen no puede convertirse en el rostro de Francia en el Parlamento Europeo. Ella ha dado hábilmente una apariencia externa más moderada al Frente Nacional. Pero el que el fundador del partido, candidato a las elecciones europeas y padre de Marine, Jean Marie Le Pen, quiera solucionar los problemas de la inmigración con el virus del ébola, refuta que se haya secado el pantano ultraderechista.

Repercusiones en Europa

Resulta difícil predecir el efecto que tendrá la derrota electoral del xenófobo Wilders en los comicios que se celebrarán el domingo en la mayoría de los países europeos. ¿Debilitará a los derechistas, porque permanecerán en casa frustrados, o los favorecerá movilizando a su electorado? Ojalá podamos constatar el domingo en la noche que el temor a un gran triunfo de los antieuropeos del bando de la extrema derecha era infundado o por lo menos exagerado.