Una alianza de cuento
14 de noviembre de 2005Las bases del Partido Social Demócrata (SPD) y también las de la Unión Cristiano Demócrata (CSU) y Social Cristiana (CSU) dieron todas, en congresos separados, su apoyo por gran mayoría a la alianza de los futuros socios gubernamentales. Con esto se cumple el último requisito para la elección de Angela Merkel para el cargo de primera canciller de la República Federal de Alemania.
A mano alzada
Los delegados de la formación de Merkel aprobaron al futuro gobierno con 3 votos en contra y una abstención de un total de 116 delegados.
En el SPD hubo quince votos contrarios y cinco abstenciones, entre los más de cuatrocientos representantes del partido.
La CSU, aliada bávara de la CDU, fue el único de los tres futuros socios que aprobó el pacto por unanimidad, no hubo ni un sólo voto en contra ni tampoco abstenciones.
El arte de lo posible
La jefa de la CDU, Angela Merkel, explicó durante el congreso extraordinario en Berlín que la coalición con el SPD "no es el fin, sino el principio, la base". Recordó que el resultado de las elecciones del 18 de septiembre, no dejó otra opción que esta alianza y la situación financiera obligó a desarrollar el programa de austeridad.
Aseguró que la CDU no se desdice de nada de lo que defendió durante la campaña electoral y agregó que sin embargo, "la política es el arte de lo posible".
Merkel anticipó en el congreso que la situación económica hace necesario que se presente para el 2006 un presupuesto no conforme a la Constitución alemana, pues el déficit supera las inversiones. Anticipó también que en el segundo año de gobierno se volverá una situación constitucional y defendió los recortes de las subvenciones y otras medidas de ahorro necesarias para ello.
Pide tiempo para demostrar validez
Merkel dijo comprender las críticas a las que ha dado lugar el pacto, pero pidió una oportunidad. "La situación de salida no era óptima...merecemos la oportunidad de hacer algo antes de que se nos juzgue" y concluyó que la validez de la alianza habrá que medirla por lo que logre, sobre todo por si consigue crear puestos de trabajo, de calidad y con capacidad de sobrevivir en la economía globalizada.
Nadie la quería pero es sensata
Por su parte el designado presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Matthias Platzeck, defendió a su manera durante el congreso de Karlsruhe al futuro Gobierno: "Estamos en un congreso excepcional, en un ambiente entre la despedida y el comienzo, con la retirada de Gerhard Schröder como canciller y de Franz Mütefering como presidente del partido y con una coalición que nadie quería". A renglón seguido defendió sin embargo la coalición con los cristianodemócratas que calificó de "sensata".
"El nuevo Gobierno de gran coalición con los cristianodemócratas debe ponerse objetivos realistas, irradiar un buen espíritu y devolver a los ciudadanos la autoestima.
Platzeck afirmó que Alemania se encuentra en una fase de cambio y subrayó que el cometido del Gobierno debe ser "organizar ese cambio contando con los ciudadanos".