Un ángel peruano en Berlín
11 de junio de 2005
Desde muy niña, allá en su pueblo natal, en Nazca, Jenny de la Torre tomó conciencia social y política. Al ver que muchos por la pobreza no tenían atención médica se sintió motivada para estudiar medicina. Su carrera la empezó en la Universidad San Luis Gonzaga de Ica, Perú, y siguió estudios en Alemania, graduándose como doctora en cirugía pediátrica en la Universidad de Leipzig. Después de culminar sus estudios regresó al Perú con todas las ilusiones. Ella quería brindar sus servicios a los más pobres del país. En la capital peruana hizo los trámites correspondientes para que su título alemán fuera reconocido. En vano esperó medio año, los trámites burocráticos debilitaron sus nervios y al final no fpudo continuar las gestiones.
Al servicio de los pobres
De la Torre decidió regresar a Alemania porque "tenía que trabajar y no quería perder más tiempo." Desde 1994 prestó servicios en una Posta médica de la estación de trenes en Berlín. Los pacientes, que eran personas sin techo, recurrían a ella con confianza. La buscaban porque sabían que ella los atendería con calor humano. Hubo casos graves en los que ella personalmente insistía para que el paciente, a pesar de no tener seguro médico, fuera admitido en el hospital. La burocracia en los hospitales la preocupaban. Los pacientes tenían graves enfermedades en la piel, eran alcohólicos, o sufrían enfermedades parasitarias.
Su fundación, "Jenny de la Torre Stiftung", se inició en el año del 2003. Ahora tiene un desafío especial: el de poner en funcionamiento de un Centro para auxiliar a la gente sin albergue. Allí habrá atención médica, dental, psicológica, asistencial social y legal, con servicio de comedor, lavandería, uso de duchas, y repartición de ropa. Tiene a su disposición de un establecimiento que antes fuera un Jardín de Infancia, cedido por el ayuntamiento de Berlín, por espacio de diez años. Todo el proyecto avanza por etapas.
Más que curar
Ante la pregunta qué haría si ella fuera la ministra de Salud en Alemania, De la Torre responde rápidamente: "Que todos tengan un seguro médico, especialmente las personas sin hogar que carecen de tales seguros." También le preocupa la situación de la mujer en el campo laboral. "Si hubiera un puesto en mi especialidad y postulasen tres médicos hombres y alemanes, yo no obtendría ese puesto", dice en forma tajante.
"Ser médico no significa sólo curar, sino también ver la situación social del paciente", es el mensaje que daría a los futuros médicos. Y agrega: "eso significa que al paciente se le debiera tratar como un ser humano, y sería una irresponsabilidad tratarlo como si fuera un número, porque cuando la persona ya no puede más es cuando recurre al médico como su última esperanza."
Reconocimiento alemán
La doctora Jenny de la Torre trabaja perseverantemente para su fundación. En 1997 recibió, de manos del entonces Presidente Federal Roman Herzog, la Cruz al Mérito Federal, como reconocimiento a su labor social. También fue nombrada Embajadora Social por la Red de Adhesión Social de la ciudad de Leipzig, en abril de 2002. La sudamericana se ha ganado el reconocimiento de sus colegas alemanes. Su trabajo es un ejemplo para muchas instituciones europeas que ven con aprobación su labor abnegada. En especial muchos de sus pacientes declaran "gracias a ella, sigo con vida."