Un titán de acero
7 de febrero de 2003Los resultados registrados en el 2002 permiten al Deutsche Bank iniciar el año con optimismo y con el convencimiento de seguir concentrándose en su negocio básico. Josef Ackermann, que accedió a la presidencia del banco en mayo del 2002, afirmó que la entidad ha empezado el 2003 'con fuerza' y que, dada la actual situación de Deutsche Bank, un empeoramiento de la situación económica en Alemania tendrá un efecto sólo limitado sobre las finanzas del grupo.
El primer banco alemán seguirá concentrándose este año en el negocio básico y en desarrollar 'un crecimiento orgánico' y limitará las adquisiciones a compras muy escogidas. Ackermann descartó la posibilidad de fusiones dentro del mercado alemán o europeo y explicó que no es un buen momento para alianzas.
Beneficios por 3.549 millones de euros
La entidad bancaria prevé reducir sus ventas de participaciones en otras sociedades pues vender a los precios actuales no beneficiaría a los accionistas. Durante el 2002, Deutsche Bank se desprendió de participaciones industriales por valor de aproximadamente 7.870 millones de euros, ingresos que se han utilizado para mejorar la calidad de los balances y reforzar las áreas básicas de negocio.
El pasado ejercicio, el primer banco alemán logró doblar su beneficio antes de impuestos y efectos extraordinarios hasta los 3.549 millones de euros. Con efectos extraordinarios, incluidos las ganancias por venta de participaciones, el beneficio bruto fue de 1.900 millones de euros, un 13% menos que en el 2001. Después de impuestos, el beneficio ascendió a 397 millones de euros, frente a los 167 millones de euros del 2001. A lo largo del 2002, Deutsche Bank dedicó especial esfuerzo a la reducción de costos, un área particularmente problemática para la banca alemana.
Continuarán con el recorte de personal
Según Ackermann, el banco ha logrado reducir la proporción entre costos e ingresos del 87 al 83%, lo que ha sido fundamental para la evolución de los resultados de la entidad. El banquero destacó el recorte de los costos de personal y añadió que ya se ha llevado a cabo un 80% de las medidas de reducción de plantilla anunciadas, lo que equivale a la eliminación de 11.000 puestos de trabajo.
Tessen von Heydebreek, responsable de personal de Deutsche Bank, insistió en que no se llevarán a cabo más recortes de personal en Alemania, pero dijo que la plantilla total del grupo, actualmente de 77.442 personas, se situará por debajo de las 70.000 para finales de año. El banco se mostró también optimista sobre la evolución de las provisiones para insolvencias, que han aumentado considerablemente en todo el sector por la mala evolución de la economía y la ola de quiebras empresariales en Alemania. El pasado año, las provisiones para insolvencias de Deutsche Bank se doblaron hasta llegar a los 2.091 millones de euros, si bien Ackermann aseguró que tocaron techo en el tercer trimestre del 2002 y añadió que los créditos problemáticos están cubiertos.