Un paso visionario hacia la Unión Europea
9 de mayo de 2010El entonces ministro de Exteriores francés, Robert Schuman propuso hace 60 años, el 9 de mayo de 1950, la creación de un consejo de supervisión conjunto franco-alemán para la producción de acero. Ese fue el primer paso hacia la fundación de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), de la que luego surgiera la Comunidad Económica Europea (1957) y más tarde la Comunidad Europea (1965). Hoy se celebra ese paso que tuvo visión de futuro.
Robert Schuman: pionero de la Comunidad Europea
Transcurridos cinco años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la República Federal de Alemania ni siquiera había cumplido un año. Las relaciones franco-germanas estaban marcadas por la desconfianza. ¿Caería nuevamente Alemania en su delirio de grandeza nacionalista amenazando a los países vecinos? ¿O podría la conciencia acerca del horror de la guerra y de la muerte impulsar a las fuerzas democráticas y amantes de la paz para hacer posible la reconciliación?
“Europa tiene que dejar de ser un campo de batalla en el que se desangran las fuerzas rivales. A partir de esa toma de conciencia, que pagamos tan caro, queremos ir por nuevos caminos que nos conduzcan a una Europa unida y definitivamente pacificada”, dijo Robert Schuman, el pionero de la reconciliación.
Schuman era un hombre que se sentía en casa tanto en Alemania como en Luxemburgo y en Francia, y que vivió las dos grandes Guerras Mundiales. Nació en lo que era el Imperio Alemán, y dominaba el luxemburgués como lengua materna. Vivió, estudió y trabajó en Luxemburgo, Bonn, Múnich, Estrasburgo y Metz.
Cuando Alemania devolvió a Francia el territorio de Alsacia-Lorena, luego de la Primera Guerra Mundial, Schuman adquirió la ciudadanía francesa. En Francia comenzó su carrera política. Poco después de la Segunda Guerra Mundial fue primer ministro francés y, más tarde, ministro de Exteriores. Como tal, puso en marcha una iniciativa que cambiaría para siempre la historia de Europa.
“Comunidad de acción y pensamiento”
“El Gobierno francés propone la creación de una administración conjunta de la producción de carbón y acero francés y alemán”. Esta propuesta, abierta también a otros estados europeos, obedecía a la intención de concretar y afirmar cooperaciones continuas y vínculos sólidos entre los dos países que una vez fueron enemigos.
Encontró en el canciller Konrad Adenauer a un socio del lado alemán que perseguía los mismos objetivos. “El hierro y el acero han jugado un papel nefasto en la lucha entre los pueblos europeos a lo largo de cientos de años, ya que eran el material del que estaban hechas las armas. Ahora, deberán unir a los pueblos de Europa en una comunidad de acción y pensamiento”, dijo Adenauer.
El plan visionario de Schuman se considera hoy como el nacimiento de la Comunidad Europea, dado que, en su declaración, el ministro de Exteriores francés ya había previsto la interdependencia de los Estados miembros. Estaba totalmente convencido de que la unión minera llevaría a una unión más profunda y más grande.
“Esta propuesta sentará las primeras bases concretas de una federación europea indispensable para la preservación de la paz”. Así selló Robert Schuman la creación de la CECA. Sin embargo, en los años 50, aún no había llegado el momento para la concreción de esos grandes planes.
Dos años más tarde, Schuman renunció a su puesto como ministro de Exteriores porque no pudo llevar a cabo su idea de una Comunidad Europea de Estados. Pasaron otros siete años hasta que los Estados europeos estuvieran listos para comprometerse a estrechar lazos con la firma de los Tratados de Roma. Pero los esfuerzos de Schuman fueron recompensados: fue el primer presidente del Parlamento Europeo.
Mirando atrás, el canciller alemán Konrad Adenauer reconoció que Robert Schuman había sido un europeo visionario ya en los años 50: “Él vio más allá de lo que yo veía cuando propuso la unión minera. ”¡No crea usted que la propuso por motivos económicos! Se trataba de una cuestión política inminente”, dijo el canciller.
Y ese fue el comienzo de una unión que, progresivamente, se convirtió en la actual Unión Europea, con 27 Estados y cerca de medio millón de ciudadanos.
Autor: Fabian Schmidt/ Cristina Papaleo
Editor: José Ospina Valencia