¿Un Messi para la Bundesliga?

Se trata de Franco Zuculini, mediocampista proveniente del Racing Club de Avellaneda, club donde debutó como profesional en abril de 2008 cuando tenía 17 años, y para el cual jugó 39 partidos y anotó dos goles. El joven jugador fue adquirido por 4,6 millones de euro, una suma récord por un jugador de esa edad en la Argentina, que resultaron de la puja por su pase entre los clubes alemanes Hoffenheim y Bremen.

En la Bundesliga se venía siguiendo con atención al talentoso Zuculini, quien ha pasado por todas las selecciones nacionales argentinas de las categorías inferiores: 15 juegos con la Sub17; 9 con la Sub20; y uno con la de mayores, por invitación expresa del entrenador Diego Maradona, el 20 de mayo pasado ante Panamá. Bremen y Hoffenheim fueron los equipos que más interés mostraron por contratar al chico del Racing y la disputa por ficharlo deterioró la relación entre los clubes.

Hoffenheim ganó la partida al firmar con los representantes del jugador, y con su antiguo club, un contrato hasta el verano de 2014 que prevé el pago al Racing del 15 por ciento del valor de cualquier tipo de transacción que se realice antes de esa fecha, pues se cuenta ya desde hoy que la Bundesliga será para Zuculini sólo un trampolín al mercado europeo. Bremen intentó hasta último momento –infructuosamente- convencer al joven volante de las perspectivas que tendría en sus filas jugando al lado de otros juveniles como Marko Marin y Mesut Özil.

¿El próximo Messi?

La cacería de jóvenes talentos en Argentina no parece tener fin; en Europa un gran número de clubes movilizan a sus “scouts” en busca del “próximo Messi”, de jugadores de corta edad que prometan ser estrellas internacionales como lo es el atacante del Barcelona, de historias similares a la suya. El Hoffenheim parece haber tenido suerte con Zuculini, eso, por lo menos, si se le cree a Diego Armando Maradona.

El entrenador del seleccionado de mayores de la Argentina es uno de los más poderosos, sino el más poderoso, promotor y protector del talento de Franco Zuculini, en el cual ya depositó una gran fe y por ello lo convocó al amistoso contra Panamá pese a que su equipo de entonces, el Racing, venía cumpliendo una campaña modesta.

“Espero poder disfrutar y aprender mucho de lo que el Diego me pueda enseñar. Es una satisfacción muy grande para mí. Mis familia y mis amigos están contentísimos” fueron las palabras de Zuculini al conocer de su convocatoria a un encuentro en el que Maradona probó sólo jugadores locales con perspectivas para protagonizar un relevo generacional en un futuro cercano.

Lo cierto es que la crítica argentina espera de este joven futbolista que sufrió una grave lesión en febrero jugando con el seleccionado sub20, de la cual se recuperó con gran rapidez, no al próximo Messi sino al sucesor de Javier Mascherano, el mediocampista del Liverpool que en el equipo nacional de su país es el motor que impone el ritmo de juego participando en el robo del balón y generando juego ofensivo como responsable de la transición de recuperación a ataque.

Compre uno, lleve dos

Zuculini llega a la Bundesliga por partida doble; el Hoffenheim aceptó la oferta del 2x1 y junto a Franco, el jugador que le interesaba, invirtió también en Bruno, su hermano menor, de apenas 17 años, quien también estaba bajo contrato con el Racing, y quien integrará las divisiones inferiores del equipo alemán en caso de que decida abandonar su país en los próximos días.

Franco llegó ya y fue presentado oficialmente con la camiseta del conjunto alemán ante la afición: "fue algo especial para mí la forma en que Hoffenheim se esforzó para contratarme. Estoy ansioso por jugar en la Bundesliga. El equipo me dio una buena impresión y voy a dar todo para cumplir con las expectativas", dijo. Su hermano Bruno regresó a la Argentina a estudiar, junto al resto de la familia Zuculini, la propuesta de radicarse en Alemania: “si ellos quieren venir contarán con todo nuestro apoyo en cuanto necesiten” aseguró Jan Schindelmeiser, gerente del club alemán.

Autor: Daniel Martínez

Editor: Claudia Herrera Pahl