Estudios inusuales
4 de septiembre de 2010Es el día de las presentaciones orales. La estudiante Iva está de pie y, ante ella en el aula, el docente y otros alumnos, procedentes de todo el mundo.
Iva tiene 25 años y es croata. El tema que expone hoy: el suministro histórico de agua de Dubrovnic. Otra estudiante china muestra con vídeos un antiguo sistema de conducción hidráulica de su país, y una japonesa explica cómo se construyen edificios antisísmicos en el Estado nipón. Así es un día normal en la Universidad Técnica de Brandenburgo (BTU) en Cottbus, en el este de Alemania. “Se aprende de todo”, dice Iva, “explicar detalladamente la historia completa de la arquitectura mundial es imposible, pero aquí, con la ayuda de estudiantes venidos de diferentes rincones del planeta, se logra algo muy cercano a ese fin.”
De todo el mundo
Los jóvenes que se dan cita en Cottbus cubren una amplia gama de nacionalidades. La chilena Christin se decidió por esta ciudad, cercana a Polonia, primando los motivos prácticos: “Busqué en Internet másters que estuvieran relacionados con el patrimonio cultural. Había unos en Irlanda y otros en Australia y Japón, y éste de Alemania. Como no sé hablar japonés y no quería irme a Australia, opté por Alemania.”
Cottbus representa la única posibilidad de estudiar Patrimonio de la Humanidad sobre suelo germano. Y aún más: la BTU fue el primer centro universitario en brindar la opción de cursar este máster, que se imparte aquí desde 1999. Hoy, existen alrededor de diez ofertas similares en todo el mundo.
La idea de convertir en estudio esta rama tan singular se debe a las numerosas cooperaciones con el Centro del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en París, comenta Marie-Theres Albert, catedrática de la BTU y ex coordinadora del máster. Una década después, la colaboración con la agencia de Naciones Unidas sigue siendo fluída, explica Albert. No es inusual que un estudiante escriba su tesis sobre un tema propuesto por la UNESCO.
Estudiantes seleccionados
El máster dura cuatro semestres y es en inglés. Quien quiera cursarlo, debe poseer un título universitario y haber escrito una buena carta de motivación en la que se explique por qué se desea inscribirse en dicho máster. Los estudiantes son seleccionados exhaustivamente y sus carreras son tan diversas como sus orígenes. Iva, por ejemplo, estudió turismo. “Algunos tienen conocimientos de arquitectura, muchos se interesan y han estudiado o trabajado en el ámbito cultural y otros proceden de carreras relacionadas con las ciencias naturales” , dice Iva. Los docentes de los “World Heritage Studie” de Cottbus son escogidos entre el personal de las diferentes facultades de la BTU.
“Éste máster es una de las niñas bonitas de la BTU, uno de los más exitosos, y esto se puede decir sin caer en la arrogancia”, comenta el catedrático Jörg Kühn, actual coordinador de los estudios. Además de arquitectura, la especialidad de Kühn, los alumnos aprenden Economía y Derecho Internacional.
Internacional, intercultural e interdisciplinaria
El material de estudio del máster es denso, pero vale la pela: su título se reconoce internacionalmente y puede ser la garantía para adquirir un buen trabajo, comenta Kühn. De la vida laboral de sus ex alumnos recibe el catedrático con frecuencia buenas noticias: “Desde trabajar para la UNESCO en París hasta desempeñar funciones de gestión en la preservación de monumentos y patrimonio en sus países de origen, el espectro de ocupación de mis antiguos estudiantes es de lo más variado.”
Regresar a Croacia y dirigir proyectos en el ámbito del turismo es una de las posibilidades de futuro con las que Iva se daría por satisfecha, pero si la UNESCO le ofreciera un puesto en su central gala, desde luego, no se lo pensaría dos veces.
Autor: Sascha Erler/ Svenja Üling/ Rosa Macías
Editora: Luna Bolívar Manaut