“Un boicot de la Olimpiada de Pekín no tiene mucho sentido”
17 de marzo de 2008El diario francés Nice Matin, de Nizza reseña las elecciones comunales en Francia: “Los resultados son innegables. La izquierda ganó y la derecha perdió a nivel comunal en Francia. Pero hay dos realidades: aunque la oposición logra así debilitar a la mayoría gobernante, no la elimina. Lo otro es que para los socialistas franceses sigue siendo difícil transformar los buenos resultados a nivel regional y comunal en una victoria nacional”.
Irán: ¿un pueblo sin esperanzas?
El periódico alemán Sächsische Zeitung, de Dresde sobre las elecciones en Irán: “Ahamadiniyad y su séquito salieron bien parados. Quien tenga la esperanza de que en Irán cambie la situación tiene que revestirse de paciencia y apostar a que el régimen acabe con la economía del país para que se le abran los ojos hasta a los últimos religiosos.
Con una inflación que rodea el 30 por ciento y una economía postrada la dirigencia de Teherán se encuentra en el más seguro camino al fracaso. De todos modos nadie se debe hacer ilusiones sobre cuánto más puede aguantar el pueblo iraní y sobre el poder de los Mulahs.”
La juventud del mundo debe ir a Pekín a competir
El rotativo austriaco Die Presse, de Viena, sobre las peticiones de boicotear los Juego Olímpicos en China: “¿Se repite la historia en Pekín?, ¿Nadie debe asistir a los Juegos Olímpicos de China (este verano) a dañarle a así el rato al Comité Central del Partido Comunista?
El Dalai Lama, máximo líder religioso de Tíbet, se opone a un boicot. China se merece la Olimpiada, dice el Dalai Lama, pero la comunidad internacional tiene la ‘responsabilidad moral’ le tiene que recordar a la cúpula china que tiene que ser un anfitrión decente.
Y aunque esta posición suena demasiado suave, el Dalai Lama tiene razón. Un boicot tiene poco sentido. La juventud del mundo debe viajar a China y competir deportivamente. Pero también le debe hacer entender al régimen chino que su conducta frente a sus propias minorías, religiosas y étnicas, no es digna de una gran nación”.