¿Un accidente diplomático?
19 de febrero de 2003Gran revuelo en las capitales del Este de Europa, provocaron las acusaciones del presidente francés Jacques Chirac contra los países del este del continente que se solidarizaron con la política de Estados Unidos frente a Irak. Chirac, quien hasta ahora había mostrado reserva y un tacto diplomático a toda prueba, puso el dedo en la llaga.
Al concluir la cumbre de emergencia de la UE sobre Irak, el presidente galo recriminó a las nuevas democracias del Este de Europa su ligera manera de actuar, que dejó en evidencia la división en Europa. "Estos países no mostraron ni responsabilidad, ni una buena educación, dijo. No reflexionaron sobre el peligro de una rápida solidaridad con Estados Unidos".
Cartas abiertas de apoyo
A mediados de enero pasado, Polonia, Hungría y la República Checa, se sumaron a la iniciativa de Gran Bretaña, España, Portugal y Dinamarca en la firma de una carta abierta, respaldando la política de Washington frente a Irak. Poco después le siguió otro comunicado suscrito por el llamado grupo de los 10 candidatos de Vilna, también en apoyo a Estados Unidos. De una manera poco usual, Chirac regañó a los países este-europeos, como si fueran niños malcriados, calificando su proceder como ‘algo infantil’, hasta ‘peligroso’.
El presidente francés, cuyo país fue de los fundadores del proceso de integración, hace 70 años, se mostró particularmente molesto con Rumania y Bulgaria, países que aspiran ingresar al club occidental en el 2007. "Si querían reducir sus posibilidades de ingreso, no hubieran podido elegir un mejor medio para hacerlo", dijo Chirac.
No se tienen los mismos derechos
El líder europeo dejó en claro que los aspirantes del Este de Europa no tienen los mismos derechos que los actuales Quince: "Cuando se es parte de la familia, se tiene más derechos que cuando toca uno a la puerta para que lo dejen entrar".
Los gobiernos del Este de Europa aludidos, reaccionaron con indignación y sorpresa. El viceministro del exterior de Polonia, Adam Rotfeld calificó las declaraciones de Chirac como ‘hirientes e innecesarias’. Polonia y otros países tienen el derecho, dijo, a decidir lo que mejor consideren y eso lo tiene que respetar Francia.
'Un accidente'
De manera similar se expresó su homólogo búlgaro Lubomir Ivanov: "La posición de Chirac no ha sido nada productiva, ni contribuirá a la búsqueda de unidad en el Consejo de Seguridad, donde Bulgaria ocupa un lugar". Por su parte el presidente rumano, Ion Iliescu, afirmó que las declaraciones de su homólogo galo habían sido un ‘accidente’. "De tiempo en tiempo se producen ese tipo de accidentes, dijo, que no deben oscurecer nuestra capacidad de pensar. Una división entre países a favor y en contra de Estados Unidos sería insensato e inadecuado".
El comisario del Exterior de la UE, Chris Patten, dijo indignado que la Unión Europea no es el pacto de Varsovia. El comisario para la ampliación de la UE, el alemán Gunther Verheugen, defendió la posición de los países del Este de Europa: "Nadie tenía la intención de conducir a la UE hacia el abismo ni hacia una división entre los que están a favor y los que están en contra de la política de Washington. La mayoría de los países querían sentar una señal para fortalecer las relaciones trasatlánticas", dijo.
Analistas afirman que si las declaraciones de Chirac no fueron precisamente ejemplo de tacto diplomático, el medio elegido por las capitales del este del continente no fue el mejor para fortalecer las relaciones entre Europa y Estados Unidos.