UE-Venezuela: entre frustración y avances
20 de marzo de 2019Esta semana, mientras los ministros de Exteriores y los jefes de Estado de los 28 países de la Unión Europea se encuentran en Bruselas, una segunda misión técnica está en Caracas.
Se trata de preparar el camino para la primera reunión ministerial del Grupo de Contacto Internacional (GCI) creado a instancias de la UE para buscar una salida pacífica a la crisis venezolana a través de nuevas elecciones.
En el mandato de este grupo –al que pertenecen España, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Suecia, Países Bajos y Reino Unido, por parte de la UE, así como Ecuador, Costa Rica y Uruguay- se encuentra también el crear los mecanismos para que la ayuda humanitaria pueda entrar al país y ser distribuida a la población por organismos internacionales independientes.
El GCI es "el único espacio político" para el diálogo
A pesar de que la situación en el país es frustrante y preocupante, informan fuentes europeas, el trabajo del grupo de contacto es valorado por los líderes europeos. El tiempo apremia: los noventa días de mandato terminarían en abril. De no haber avances claros, el grupo se disolvería.
En espera de los avances que pueda lograr la misión técnica –compuesta, según fuentes diplomáticas, por especialistas de las instituciones europeas y enviados de Uruguay-, las esperanzas se ponen en la reunión de Quito, fechada para el 28 de marzo.
Aparte de los miembros, otros países de la región están interesados en participar en el GCI, informó en rueda de prensa Federica Mogherini, la Alta Representante de la Política Exterior de la UE. El GCI, quien subraya la importancia de este grupo pues es el "único espacio político que existe” para dialogar con todos.
Mejores cartas
"La UE sí que tiene mejores cartas para intentar buscar una salida, porque es más independiente”, dijo a DW Frank van Den Craen, directivo del IRELAC (Instituto para las Relaciones UE-América Latina y el Caribe).
"El grupo de Montevideo está más del lado del gobierno de Nicolás Maduro, y el Grupo de Lima está más del lado de Guiadó”, señaló van Den Craen, quien fue embajador de Bélgica en Venezuela.
"Si bien en el interior de la UE tampoco existe unanimidad en cuento al reconocimiento de Juan Guaidó, que la UE no lo haya reconocido en conjunto le da a Mogherini margen de acción, y un poco más de neutralidad”, agregó.
Difícil mandato
Aunque en cuanto a la necesidad de ayuda humanitaria, al parecer, la posición de Caracas se ha abierto hacia las posibilidades que propone el GCI, en cuanto a la convocación a elecciones no parece haber aún avances.
China, así informó Mogherini, apoya la apuesta de la UE por una salida pacífica sin intervención militar, pero difiere en cuanto a que ésta deba darse a través de una nueva convocatoria a las urnas.
"En caso de que el gobierno de Maduro accediera a nuevas elecciones, el gran problema es quién las organizaría. Si bien existe el Consejo Nacional Electoral, éste está totalmente en manos del chavismo. Y la UE no lo va a aceptar”, prevé van Den Craen.
En cualquier caso, hasta el 22 de marzo, los especialistas en ayuda humanitaria y en convocatorias electorales del GCI se encuentran en el terreno.
Los días pasan y se hace urgente hallar una salida. Por un lado, porque "el embargo impuesto al petróleo venezolano va a golpear mucho más. También a la población que va a sufrir aún más”, dijo van Den Craen. Por otro lado, también porque en Bruselas crecen las voces escépticas que no ven más que en un aumento las sanciones –aparte de las personalizadas y el embargo de armas- la única manera aportar a lograr un cambio en Caracas.
(cp)
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