UE-Honduras: ¿Esperanza en la inversión?
3 de octubre de 2014
Con una carretera de 391 kilómetros uniendo el océano Pacífico y el mar Caribe y la construcción de grandes instalaciones portuarias y un nuevo aeropuerto en Palmerola, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ve a su país convertido en un centro logístico internacional.
En Madrid como en Bruselas, el político centroamericano intentó captar inversión para estos proyectos de infraestructuras. Desde la óptica del desarrollo del país, estos encajarían en la línea de cooperación europea.
Cooperación con un país muy pobre
A un año de la entrada en vigor del acuerdo de asociación con la Unión Europea, el presidente del país centroamericano viajó a Bruselas para firmar el acuerdo de cooperación para el período 2014-2020.
Seguridad alimentaria, empleo y fortalecimiento del Estado de derecho son las áreas a las que la cooperación europea destinará 235 millones de euros en los próximos cinco años. Para el 2014 se prevén unos 52 millones, destinados, por un lado, a apoyar a unas 15.000 familias del corredor seco del país (30 millones), a incorporar a jóvenes al mundo laboral formal (11,6 millones) y a la formación para mejorar las políticas públicas (10 millones).
En Honduras, el 46 por ciento de la población vive bajo el umbral de la pobreza y tiene uno de los índices de violencia más altos del mundo. A esto atribuye el presidente hondureño la ola de más de 63.000 menores no acompañados que entre octubre de 2013 y junio de 2014 fueron detenidos en la frontera intentando entrar ilegalmente a Estados Unidos. La mayoría procedía de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Derechos humanos y seguridad
Por otro lado, “no detectamos mejora en la situación de violaciones de derechos humanos y vemos también con mucha preocupación la falta de enfoque de derechos en la implementación de la nueva estrategia de seguridad y la ley de Policía Militar”, cuenta a DW Susanna Daag, de CIFCA (Iniciativa de Copenhague para Centroamérica y México).
Daag, secretaria de la plataforma europea, denuncia 3.600 ejecuciones extrajudiciales de menores de 23 años en los últimos tres años, un aumento de los feminicidios y ataques y criminalización principalmente de defensores de derechos humanos.
Honduras, que desde hace 20 años trabaja con la cooperación europea, ocupa el segundo lugar en la lista de países latinoamericanos receptores. En este contexto, entre el 2007 y el 2013, la Unión Europea destinó 223 millones de euros a la cohesión social en el país (un 50 por ciento del total), a la gestión de recursos forestales (30 por ciento) y al mejoramiento del sistema legal y la seguridad pública.
“La UE está dispuesta a apoyar los esfuerzos de Honduras para hacer frente a los problemas de seguridad de sus ciudadanos. Sabemos que el crimen organizado y el narcotráfico son una amenaza que llega desde el exterior del país. Para combatirlo con eficacia, Honduras también debe fortalecerse internamente, con un cuerpo de Policía, un Ejército y un servicio de la Justicia de total confianza, que sean respetuosos con los derechos humanos; y una sociedad que dé igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos”,dijo ante la prensa José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea.
“En este sentido, también estamos abordando la grave situación de la oleada de menores no acompañados que huyen a los Estados Unidos, con un programa de dos millones de euros de ayuda”, anunció Barroso. Estos fondos están pensados para integrar a los menores repatriados.
Un problema regional
A este respecto, el presidente Hernández resaltó que los fondos de la cooperación europea se destinarán a planes sociales que tiene en curso el propio gobierno. Este, según el líder hondureño, ha puesto en marcha, por otro lado, una “Alianza para la prosperidad".
Este plan -en el que también trabajan Guatemala y El Salvador- busca, apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo, dar respuesta a los problemas económicos y sociales de los países del Triángulo Norte de Centroamérica, y contrarrestar la emigración ilegal. A este plan, recalcó en Bruselas el presidente Hernández, se sumarían Costa Rica y Nicaragua. E, idealmente, también Estados Unidos, Colombia y México.
“La responsabilidad es compartida, pues se consume en el norte y se produce en el sur”, repitió Hernández que explica buena parte de la precaria y violenta situación de su país con el fenómeno del tráfico de drogas.