UE-Cuba: los momentos clave
15 de junio de 2015Esta es la cuarta ronda de negociaciones entre la UE y Cuba en poco más de un año, y la segunda desde el pasado 17 de diciembre. El anuncio del deshielo entre Estados Unidos y la isla ha acelerado el acercamiento Habana-Bruselas. ¿Cuáles son los principales obstáculos y avances en este proceso?
1. La "Posición Común": Aprobada por la UE en diciembre de 1996, condiciona las relaciones bilaterales a la transición de la isla hacia una democracia pluralista. Se fortaleció con la llamada "Primavera Negra" cubana en 2003 (el encarcelamiento de 75 disidentes y el fusilamiento sumario de tres jóvenes que intentaron desviar una embarcación de pasajeros hacia EE. UU.). La UE reaccionó con sanciones diplomáticas a la isla, que a su vez rechazó unilateralmente la cooperación europea para el desarrollo.
2. Progresos en cooperación y comercio: Pese a la "Posición Común" y en respuesta a la reforma económica impulsada desde 2008 por el presidente Raúl Castro, los ministros de Exteriores de la UE acordaron, desde 2010, iniciar contactos exploratorios para un acuerdo de cooperación bilateral. Cuatro rondas de negociaciones –en abril y agosto de 2014, y en marzo y junio de 2015– se han celebrado en poco más de un año. Las partes han anunciado avances en torno a la cooperación laboral, cultural, educativa, de salud y agrícola, así como al comercio bilateral (un tema que podría verse impulsado por el anuncio de que Cuba y el Club de París renegociarán la deuda de la isla, fijada en 15.000 millones de dólares).
3. Diálogo político Cuba confió esta semana en que en esta cuarta ronda de negociaciones pueda cerrarse el capítulo relacionado con la cooperación para "entrar en una negociación más profunda de temas vinculados con el comercio y diálogo político". El otrora tabú intercambio en torno al tema de los derechos humanos −incluidos los civiles y políticos, además de los económicos, sociales y culturales enarbolados por la isla− quedó formalmente retomado en abril pasado. Las próximas conversaciones técnicas sobre derechos humanos están previstas para el 25 de junio en Bruselas.
4. Conexión trasatlántica: Mogherini ha insistido en que “no se trata de una competencia entre los Estados Unidos y la UE”. El bloque nunca dejó de incluir a Cuba en sus programas regionales y de asistencia. La mayoría de los países europeos mantuvieron acuerdos bilaterales con Cuba. Y la UE se ha erigido en primer inversor y segundo socio comercial de La Habana (con inversiones por 2.600 millones de euros en 2013). Pero lo cierto es que el acercamiento Cuba-EE. UU. ha destapado una avalancha de políticos europeos en la isla. A las visitas de la propia Mogherini y del presidente francés, Francois Hollande, le seguirán la de Luis de Guindos, ministro español de Economía, en julio, y la del titular alemán de exteriores, Frank-Walter Steinmeier, antes de cerrar este 2015.
5. Oposición de disidentes cubanos y nuevos miembros del bloque: No pocos disidentes cubanos insisten en que Bruselas no debe levantar la "Posición Común" mientras el gobierno cubano siga castigando el disenso político. Con ellos coinciden República Checa y Polonia, basados en su propia experiencia socialista. Cuba es un país "pequeño y relativamente irrelevante, de poco peso económico" para la UE, pero ha sido siempre un tema muy "emocional e ideologizado", advierten expertos europeos. El propio Parlamento Europeo ha tenido una posición muy crítica con la isla y ha concedido varios Premios Sájarov a sus disidentes. Pero la resistencia de estos actores podría ser sobre todo "simbólica" en el actual escenario.
6. Alemania, ¿un actor clave?: España −que tuvo un rol clave desde 1996, con los conservadores del PP promoviendo y los socialistas del PSOE intentando relajar la “Posición Común”− mantiene el interés en proteger las inversiones de sus empresas en la isla. Francia, principal acreedor de Cuba dentro del Club de París, ha dejado también claro su interés en "acompañar" la apertura económica y una eventual apertura política cubana. Alemania, un actor de peso en la UE, con intereses económicos comparativamente limitados en la isla, hizo frente común con República Checa y Polonia en el pasado. Pero ahora Steinmeier podría convertirse en el primer ministro alemán que viaja a Cuba desde el triunfo de la revolución de 1959. Mientras, la aún cauta reforma económica cubana despierta también el interés de empresarios alemanes por las oportunidades inéditas que una verdadera liberalización económica y una eventual liberalización política abrirían en el país caribeño.