Ucrania: el sueño de buscar protección en la OTAN
10 de febrero de 2022Si Ucrania fuera miembro de la OTAN, un ataque ruso obligaría a todos los aliados a defenderla en conjunto. La situación estratégica sería muy diferente a la de ahora. La OTAN y sus estados miembros deciden individualmente si y cómo brindan apoyo.
Desde la independencia de Ucrania en 1991, tras el colapso de la Unión Soviética, los líderes de Kiev han intentado dirigir el país hacia una alianza occidental. Ucrania era militarmente fuerte, también en cuestión de armas nucleares, pero renunció a ellas voluntariamente, mientras Rusia seguía siendo una potencia nuclear.
A cambio, en el Memorándum de Budapest de enero de 1994, Rusia, Estados Unidos y Gran Bretaña se comprometieron a respetar la soberanía de Ucrania. Sin embargo, a más tardar con la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea en 2014, Rusia demostró que las garantías de seguridad carecían de valor. Muchos políticos y militares ucranianos se han arrepentido de haber abandonado las armas nucleares.
El miedo de ser arrastrado a una guerra
En Kiev siempre han intentado buscar protección en la OTAN, aún más desde que el presidente Viktor Yushchenko asumió el cargo en 2005. Y aunque la cooperación se había intensificado desde que se firmó la Carta OTAN-Ucrania (1997), la membresía de pleno derecho no fue bien vista en Bruselas.
Los argumentos en contra siguen siendo los mismos de la actualidad: la adhesión de Ucrania provocaría a Rusia, una potencia nuclear y con veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Y la obligación de brindar apoyo a los socios de la alianza, significaría que los países restantes de la OTAN podrían verse arrastrados fácilmente a una guerra contra Rusia.
Presidente Bush: alianza con Ucrania
En 2008, el entonces presidente estadounidense George W. Bush presentó una propuesta en una cumbre de la OTAN en Bucarest: "Debemos dejar en claro que la OTAN da la bienvenida a las aspiraciones de Ucrania y Georgia de ser miembros de ella y les ofrece un camino claro para lograr ese objetivo".
Putin, enfurecido, respondió: "Consideramos la llegada de un bloque militar a nuestras fronteras, cuyas obligaciones de membresía incluyen el Artículo 5, como una amenaza directa a la seguridad de nuestro país".
Lo que el actual director de la CIA y entonces embajador de EE.UU. en Moscú, William Burns, escribió como advertencia a la administración Bush entonces, es casi un acto de clarividencia: la adhesión a la OTAN supondría "la intervención rusa en Crimea y el este de Ucrania sería terreno fértil". Eso es exactamente lo que sucedió unos seis años después.
Al final, sin embargo, fueron otros los que impidieron la adhesión entonces, sobre todo la canciller Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy. A ellos también les preocupaba no irritar a Rusia y correr el riesgo de desestabilizar Europa del Este.
Adhesión a la OTAN, objetivo en la Constitución
En Ucrania ha habido altibajos con respecto al tema desde entonces. Después de asumir el cargo en 2010, el presidente Viktor Yanukovich declaró que Ucrania se veía a sí misma como "un puente entre Rusia y la UE". Claramente rechazó la membresía en la OTAN.
Luego, durante la crisis de Crimea de 2014, el presidente Petro Poroshenko impulsó la membresía de la OTAN en caso de que la población lo aprobara a través de un referéndum.
En junio de 2017, el Parlamento ucraniano estableció la pertenencia a la OTAN como objetivo de política exterior del país, y en febrero de 2019 incluso se recogió el objetivo de unirse a la OTAN y la UE en la Constitución.
En 2018, la OTAN otorgó oficialmente a Ucrania el estatus de país candidato. En un comunicado se anunció: "La puerta de la OTAN está abierta a cualquier país europeo capaz de cumplir con la implicación y los compromisos de la membresía y contribuir a la seguridad en el área euroatlántica".
Precisamente este último punto en particular puede interpretarse de tal manera que el conflicto existente con Rusia no está contribuyendo a la seguridad en el área euroatlántica. Ucrania sigue sin acercarse ni un ápice a la adhesion, sobre todo por la amenaza de una invasión rusa.
Además, existe un consenso básico dentro de la OTAN de no aceptar a un nuevo miembro que se encuentre en una situación de conflicto. Esto, por otro lado, empodera al presidente Putin, porque al alimentar el conflicto, puede mantener a Ucrania fuera de la OTAN.
(rmr/ers)