Ucrania ante un terremoto político
18 de abril de 2019En Ucrania la sopa hierve con violencia. La atmósfera de irritación y expectación justo antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebrará el próximo domingo (21.04.2019) recuerda al estado de ánimo durante las protestas de 2014. En las familias, oficinas y redes sociales se riñe y las amistades se rompen. La razón: la probable victoria del cómico de televisión Wolodymyr Zelenski. Según las encuestas, Zelenski obtendría un 60% de los votos. Poroschenko solo contaría con la mitad de esos votos. Zelenski ganó la primera vuelta con una ventaja similar.
El resultado de la primera convocatoria muestra que los defensores de Zelenski están esparcidos por todo el país, ya que el querido cómico y novato en el mundo de la política logró imponerse en la mayoría de las zonas de Ucrania. Algo muy raro en el contexto ucraniano. Sin embargo, de lo último de lo que se puede hablar es de paz social. Al contrario: se respira odio en el aire. Son muchos los que detestan a Poroschenko y le desean una derrota, aunque también los hay que no creen que Zelenski sea una opción mucho mejor. Una minoría, por el contrario, rechaza frontalmente a Zelenski.
Por qué Zelenski es tan querido
Zelenski, que anunció su candidatura por sorpresa en la víspera de Año Nuevo, se ha ido convirtiendo en los últimos meses cada vez más en depositario de las esperanzas de los electores. Sus baluartes están en el este y el sur de Ucrania, donde muchos ciudadanos hablan ruso y les ha cogido por sorpresa el avance de la cultura y la lengua ucraniana. El propio Zelenski viene de esta región, habla ruso y allí es sentido como "uno de los nuestros”. Pero también en las zonas centrales y occidentales del país podría el cómico lograr buenos resultados.
Sus grandes triunfos: ser conocido y apreciado como cómico, pero también como alguien alejado de la política tradicional. Tras décadas de turbulencias políticas y escándalos de corrupción, la ciudadanía ucraniana ansía nuevas caras hasta tal punto que pareciera que está dispuesta a realizar un experimento con un novato al frente de la jefatura de Estado. No obstante, su carrera como actor también le ha resultado beneficiosa: en la serie de televisión "Servidor del Pueblo” interpreta el papel de un maestro que se convierte en presidente. Sus críticas populistas a los políticos ucranianos "corruptos y codiciosos” en la serie representan exactamente lo que muchos piensan. Y aunque sea solo un papel el que interpreta en esa serie concebida como un cuento, ha llegado al corazón de muchos.
Poroschenko, entre la espada y la pared
En las tres semanas que han discurrido entre ambas vueltas, Zelenski se ha mostrado cada vez más seguro de su victoria, ha parado su campaña electoral y no ha dado entrevistas. El famoso de 41 años, no obstante, ha apelado una y otra vez a sus seguidores, principalmente a través de vídeos en las redes sociales. En lugar de debatir sobre los grandes temas políticos, se ha dedicado a bromear sobre pruebas de alcohol y drogas a candidatos, una de sus demandas.
Poroshenko, de 53 años, ha ido aceptando casi todas las demandas de Selenskyj y ha intentado copiar a su adversario en algunos aspectos. Un ejemplo: en un intento de alcanzar a los jóvenes votantes, Poroschenko hizo circular stickers con su foto y sus lemas en el popular servicio de mensajería Telegram. Pero sus stickers funcionaron torpemente en comparación con los de Zelenski. La propia cifra de seguidores de ambos candidatos habla por sí sola: mientras que Poroschenko ronda los 53.000 seguidores en Telegram, Zelenski supera los 145.000.
Los sondeos apuntan a que solo un milagro podría hacer ganar a Poroschenko. Su estrategia originaria, la de presentar a sus adversarios como marionetas del presidente ruso, Vladímir Putin, no ha funcionado. Tras cinco años en el cargo, Poroschenko constata que sus éxitos en política exterior (como la exención de visados para la Unión Europea) son menos importantes para los votantes que el aumento de los precios del gas o el empobrecimiento de la población. Pero también las acusaciones de corrupción contra su entorno le han perjudicado. El presidente cada vez está más solo. Apenas tiene partidos aliados que le den su respaldo. La mayoría de los líderes políticos cuentan con una victoria de Zelenski.
Tiempos turbulentos en el horizonte.
Si Zelenski terminara ganando, Ucrania tendría por delante una etapa turbulenta, auguran los observadores en Kiev. Su victoria sacudiría el ya de por sí frágil sistema político del país. Son muchos los temas sobre la mesa: reforma constitucional, redistribución del poder, así como la posibilidad de nuevas protestas violentas. Ese podría ser el caso si Zelenski se aleja de la política proccidental y apuesta por un acercamiento con Rusia. Él mismo se ha pronunciado a favor de una Urania que avance en dirección hacia Bruselas, pero tampoco ha dudado en mostrar sus disponibilidad para alcanzar compromisos con Moscú.
(eal/ers)
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