Turquía pone en aprietos a la OTAN
14 de junio de 2019No fue solo una bravata. Pese a la amenaza estadounidense de sanciones, Turquía anunció que había comprado misiles rusos de defensa antiaérea. Con ello, sumió a la OTAN en un dilema porque, con la ayuda de las modernas armas del tipo S-400, Rusia podría conseguir informaciones sobre aviones de la alianza militar occidental. Ocurre que todos los sistemas de armamento utilizados por la OTAN deben poder comunicarse entre sí. Y, en el caso de que Turquía, integrante de la Alianza Atlántica, usara en el futuro los S-400 rusos, eso podría favorecer a Moscú, según temen Estados Unidos y otros aliados.
Este viernes, el Gobierno alemán reaccionó indicando que saludaría que "Turquía reconsiderara su decisión, ante el trasfondo de su posición en la OTAN”. La frase les sonó conocida a quienes escuchan atentamente lo que se dice en las conferencias de prensa en Berlín. Ya el 22 de mayo se había entregado la misma declaración, en el mismo lugar.
Sistemas interconectados
Más aún. La portavoz repitió casi textualmente lo que se había dicho hace tres semanas. Por ejemplo, que la compra de los misiles rusos por parte de Turquía es un tema controvertido y que plantea preguntas complejas. Con ello, el Gobierno alemán alude a lo que en la jerga militar se llama "interoperabilidad de las fuerzas armadas de todos los aliados”.
Ulrich Kühn, de Instituto de Investigaciones de la Paz y Política de Seguridad de Hamburgo, considera realista que los rusos podrían beneficiarse de la compra turca de misiles S-400. Por ejemplo, si se hiciera un entrenamiento con ellos, habría que poner en la mira cohetes o aviones. Uno de ellos podría ser el F-35 estadounidense. Entonces, el sistema de defensa antiaérea se enteraría naturalmente de algunas cosas sobre las capacidades del F-35: ¿Puede esquivarlo? ¿Cómo reacciona? La OTAN teme que tales datos puedan ser traspasados en secreto a Rusia, lo cual constituiría un problema de marca mayor para los militares estadounidenses.
Kühn apunta sin embargo también a la otra cara de la moneda: "Turquía también obtiene información del sistema de defensa antiaérea ruso”. Y, teóricamente, esta podría llegar a manos de la OTAN. ¿Ambas partes ganan? El experto piensa lo contrario: ambos pierden.
Consecuencias "catastróficas”
En Alemania, el excoordinador de la cooperación transatlántica, Jürgen Hardt, señaló días atrás a la emisora SWR que sería catastrófico que Rusia obtuviera datos secretos de los modernos aviones de combate de la OTAN. Según el político cristianodemócrata, el presidente Putin hace todo lo posible por disgregar alianzas occidentales, como la OTAN y la UE. "Y es posible que con este negocio de armas lo haya conseguido”, apuntó.
Pese a la compleja situación, Kühn piensa que puede haber algún acuerdo. Pero considera que, si el asunto sigue escalando, Putin estaría en la "posición más cómoda”. Estados Unidos ya ha amenazado con no enviar aviones de combate F-35 a Turquía, lo cual podría tener repercusión sobre la capacidad militar de la OTAN en la base aérea de Incirlik, donde se almacenan armas nucleares. Además, se plantearía la pregunta de qué clase de socio podría ser todavía Turquía para la OTAN.
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