Turquía apunta al EI por la matanza de Ankara
13 de octubre de 2015"Investigamos al Estado Islámico de forma prioritaria. Nos hemos acercado mucho a un nombre. Este nombre indica una organización", dijo el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu a la emisora turca NTV, sin aclarar más detalles, argumentando el peligro de alertar a posibles "células durmientes".
Más allá de la escasa información oficial en torno a los sospechosos de atentar contra una concentración pacifista en Ankara, varios periódicos turcos adelantaron que las pesquisas se centran en la red de seguidores del Estado Islámico radicada en la provincia suroriental de Adiyaman.
"Bombas humanas"
El diario Hürriyet afirma que la Policía ha distribuido a las comisarías las fotografías y nombres de 16 hombres, a los que se les supone intención de convertirse en "bombas humanas". Los investigadores estarían recogiendo muestras de ADN de los familiares de estas 16 personas para compararlas con los restos de los dos autores del atentado suicida de Ankara.
La conexión yihadista parece evidente, dadas las similitudes del atentado de Ankara con la masacre de Suruç, en el sur del país, donde un islamista radical se inmoló el 20 de julio pasado, matando a 33 activistas de la izquierda prokurda. Coinciden tanto el explosivo utilizado, una carga de 10 kilos de TNT, como la técnica de reforzar la bomba con bolas de rodamiento de acero que funcionan como metralla.
¿Responsable?
Las autoridades están seguras de que el terrorista de Suruç fue Seyh Abdurrahman Alagöz, un joven turco que se había entrenado con el Estado Islámico en Siria. El joven había sido captado por su hermano mayor, Yunus Emre Alagöz, cabecilla de una red de yihadistas conocida como "Los tejedores". Los investigadores no descartan que el propio Alagöz sea autor o responsable de la masacre de Ankara, señala Hürriyet.
De este círculo salió además, según las autoridades, Orhan Gönder, condenado por causar la muerte a cuatro personas al colocar una bomba en un mitin del partido de la izquierda prokurda, el 5 de junio, a dos días de las elecciones generales.
La aparente facilidad con que los yihadistas han podido moverse, pese a denuncias de sus propios familiares que hallaron poco eco policial, ha dejado en parte de la sociedad turca la impresión de complicidad o, al menos, despreocupación del Gobierno.
RML (efe, reuters)