Turingia: ¿conejillo de indias alemán del coronavirus?
25 de mayo de 2020Mientras los nuevos casos disminuyen, el debate sobre la relajación de las restricciones para frenar la propagación del nuevo coronavirus que provoca la COVID-19 crece en Alemania.
Las actuales restricciones, de cuya regulación se encargan los estados federados, están vigentes hasta el 5 de junio. Y como el principal organismo de salud pública del país, el Instituto Robert Koch (RKI), ha estado advirtiendo sobre una segunda ola de infecciones, se esperaba que las restricciones se prorrogarían, quizás algo más relajadas, en toda Alemania.
Pero el estado oriental de Turingia ha dado un paso al costado. Su ministro presidente, el político del partido La Izquierda Bodo Ramelow, ha anunciado que levantará todas las restricciones generales el 6 de junio.
En lugar de reglas, Ramelow quiere emitir solo recomendaciones y recordatorios: no exigir más el uso obligatorio de máscaras para cubrirse la boca y la nariz, ni la distancia social mínima de al menos 1,5 metros.No obstante, un aumento en el número de nuevos casos desencadenaría nuevas restricciones.
Hasta este lunes 25 de mayo, Turingia había registrado solo 2.882 casos -de ellos, apenas 118 nuevos casos en los últimos siete días- y un total de 154 muertes, en relación con la COVID-19.
"El éxito prueba que teníamos razón para introducir medidas duras", dijo Ramelow a la prensa local en Turingia, durante el fin de semana. "Pero nos obliga ahora también a tomar medidas realistas y actuar", agregó, pidiendo una respuesta local, en relación con la cantidad de nuevos casos.
La movida ha provocado críticas y preocupaciones en torno a un presunto "experimento de masas" en el estado del este alemán.
¿Qué hace especial a Turingia?
El estado de Turingia, que antes fuera parte de la antigua Alemania oriental (RDA), es hoy hogar de solo 2,15 millones de personas. Es el quinto estado alemán menos poblado.
Turingia, como el resto de los estados del este, ha sido menos afectada por el coronavirus y la COVID-19 que las zonas occidentales y del sur de Alemania, que se convirtieron pronto en focos de infección.
Hajo Zeeb, del Instituto de Investigación de Prevención y Epidemiología de Leibniz, ha señalado posibles razones de esta lenta propagación del SARS-CoV-2 en Turingia.
Un factor es la edad: casi una cuarta parte de la población de Turingia tiene más de 65 años."A menudo asumimos que la edad es un factor de riesgo de enfermedades graves", dijo Zeeb a la agencia alemana de noticias DPA. Y "esto también es cierto, pero al principio la propagación (del nuevo coronavirus) tendía a ser entre personas más jóvenes".
Por lo tanto, una alta proporción de personas mayores y menos móviles podría reducir la propagación del virus en una sociedad.
La falta de impulso económico de Turingia y su territorio mayormente rural también han sido una ventaja para ese estado. Con solo 132 habitantes por kilómetro cuadrado, se encuentra entre los menos densamente poblados de Alemania.
Otro factor contribuyente podría ser la situación socioeconómica en los estados del este. En regiones más ricas, como Baviera, Baden-Wurtemberg y Hamburgo, los turistas alemanes trajeron el virus de estaciones de esquí, como Ischgl. Tales informes fueron menos comunes en los estados del este de Alemania. "Las vacaciones de invierno extensas pueden permitírselas, particularmente, personas que tienen más dinero", señala Zeeb. En promedio, los salarios en el oriente de Alemania son más bajos que en el occidente.
¿Error o modelo?
Los planes de Turingia para eliminar las restricciones han sido ampliamente criticados en toda Alemania.
"Esto es claramente un error", dijo el diputado socialdemócrata y epidemiólogo Karl Lauterbach al periódico regional Saarbrücker Zeitung. Turingia está cuestionando las medidas "a las que debemos todo el éxito en este momento", reprochó.
De un "experimento altamente peligroso" habló, asimismo, Florian Hermann, miembro conservador de la cámara alta del Parlamento alemán, al diario Bild. Según Hermann, la situación podría ser "particularmente problemática" para su natal Baviera, un estado de la antigua Alemania occidental en la frontera sur de Turingia.
No obstante, Sajonia, la vecina oriental de Turingia, parece dispuesta a moverse en similar dirección. "Si el número de nuevas infecciones se mantiene estable en un nivel bajo, estamos planeando un cambio de paradigma para el período a partir del 6 de junio", dijo este lunes la ministra de Salud de Sajonia, la socialdemócrata Petra Köpping, al diario local Leipziger Volkszeitung.
La decisión de eliminar las restricciones, de terminar con el distanciamiento social o el requisito de usar máscaras en lugares públicos, dependerá en gran medida de si "las personas se responsabilizan", matizó Köpping. Pero la decisión final no debería depender de los estados federados individualmente, sugirió, sino que "debería decidirse conjuntamente", a nivel nacional.
(rml/cp)
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