Tsipras y Putin: "Una visita sin resultados"
9 de abril de 2015El canal de televisión ateniense Alpha calificó como un “cálido recibimiento en la fría Moscú” a la bienvenida que dio el presidente ruso, Vladimir Putin, al primer ministro griego, Alexis Tsipras en su visita oficial, que tiene lugar en medio de las duras negociaciones entre Grecia y la UE sobre la deuda del país heleno. “Gas y algo de simpatía”, tituló, por su parte, el periódico griego liberal de izquierda Diario de los Redactores. “Casi ningún resultado concreto”, resumió el rotativo ateniense de mayor tirada, Ta Nea.
Los autores de los editoriales subrayan que Tsipras y Putin conversaron durante tres horas, es decir, mucho más de lo que se esperaba, pero señalan que no hay rastros de un resultado concreto, con excepción de un “Plan de Acción” para los años 2015 y 2016, así como de una declaración conjunta con motivo de la conmemoración del fin de la II Guerra Mundial.
“De hecho, parecería que de este encuentro no ha surgido ningún resultado práctico ni concreto”, dijo Thanos Dokos, director del equipo de expertos ateniense ELIAMEP en conversación con Deutsche Welle. Incluso la esperada relajación del embargo ruso para verduras y frutas griegas será “verificado” antes de ser puesto en práctica, explicó el experto. La planeada participación de Grecia en un nuevo gasoducto que transportaría gas ruso hacia Europa occidental es, sin duda, un proyecto a largo plazo, y en lo que respecta a potenciales inversiones rusas en Grecia, todavía las partes no fueron más allá de una declaración de intereses, dijo Dokos a DW.
Atenas, nuevo socio energético
Muy prometedor, tanto para Rusia como para Grecia, se perfila en este momento sobre todo la participación griega en un nuevo gasoducto que planea construir el grupo Gazprom, llamado Turkish-Stream, para transportar gas ruso sin pasar por Ucrania, a través del Mar Negro, hacia Turquía y luego más hacia occidente. Basándose en fuentes gubernamentales, la revista de Economía ateniense Naftemporiki dijo haberse enterado de que Moscú quiere atraer a los griegos hacia ese proyecto a través de “pagos por adelantado” para alejarlos del negocio internacional del gas. El semanario Proto Thema va incluso un paso más allá y ya se refiere de manera entusiasta a una “inyección inmediata de dinero desde Moscú”, así como a un “encuentro de importancia histórica” entre Tsipras y Putin.
A todo esto, Grecia ya está involucrada en el presente en un proyecto gasífero, el del gasoducto TAP, que prevé transportar gas desde Azerbaiyán hasta el sur de Italia pasando por Grecia y Albania, y evitando el paso por Rusia. Sin embargo, eso es una contradicción, según Konstantinos Filis, profesor de Relaciones Internacionales en Atenas: “La participación en el proyecto TAP no excluye la participación en otro proyecto”, aclara, y señala que lo decisivo es, sin embargo, que se deben tener en cuenta las reservas de los socios europeos, además de hallar suficientes clientes para otro gasoducto y de esclarecer la financiación, ya que ni Grecia ni Rusia están dispuestas a llevar a cabo semejante proyecto en solitario, y tampoco están en condiciones de hacerlo.
La diplomacia, en la cuerda floja
Durante la conferencia de prensa conjunta con Putin, el primer ministro griego criticó “la lógica de las sanciones” contra Rusia, que él apoya, en el contexto de la crisis de Ucrania. En todo caso, Tsipras apenas insinuó que votaría en contra de las sanciones de la Unión Europea contra Rusia en una próxima oportunidad. “Es del todo legítimo representar una posición diferenciada con respecto a las sanciones”, comentó el analista Alexis Papachelas en la emisora griega de televisión Skai. “Sin embargo, aislarse del todo de la línea de la UE sería un juego peligroso, pero es justamente lo que no hizo Tsipras en Moscú”, resaltó el experto. Del mismo modo se comportó Putin, quien se encargó de remarcar que, en el caso del embargo ruso a los alimentos de la UE no era posible hacer una excepción con Grecia.
Jannis Papadimitriou (CP/ PK)