Tsipras en Moscú: ¿quién ayuda a quién?
7 de abril de 2015El primer ministro griego, Alexis Tsipras, está convencido de que lass sanciones occidentales contra Rusia acabarán afectando a productores helenos. Esto no ha pasado desapercibido en Moscú. Expertos consideran que las sanciones contra Rusia serán uno de los temas principales durante el encuentro que sostendrá Tsipras con el presidente ruso, Vladímir Putin, este miércoles (08.04.2015) en Moscú. Grecia no está en posición de conseguir que dichas sanciones sean levantadas. Por eso, la visita de Tsipras no arrojará más que palabras, opina Mijal Krutichin, de la consultoría energética RusEnergy. “Grecia no pretende abandonar la Unión Europea. Solo quiere mostrar que tiene aliados más allá del bloque comunitario. Pero el país también se mostrará en cierto modo solidario con Bruselas”, agrega el experto.
Esto alcanza para satisfacer al Kremlin, afirmó a DW el ex primer ministro ruso y dirigente del partido opositor “RPR-PARNAS”, Mijaíl Kassianov. El desacuerdo de Grecia con los lineamientos generales de la Unión Europea vulnera la unidad europea. “Putin mismo se ha aislado del mundo civilizado y, en tal situación, tiene solo una meta: destruir la consolidación europea”, dijo. Putin quisiera que la Unión Europea dé marcha atrás con las sanciones y entonces a Rusia le quedaría solo un enemigo: Estados Unidos.
“Pavoneo político”
La dirigencia rusa tiene motivos adicionales para buscar un acercamiento con Grecia, dice Mijaíl Krutichin: “Rusia carece de aliados, o incluso de líderes que quisiera sentarse con ella a negociar. Si ahora Rusia se alegra de encontrar países socios como Nauru o Vanuatu, entonces encontrar a algún europeo que quisiera darle un apretón de manos sería casi un sueño”, subraya.
Grecia abriga deseos similares. Con su viaje a Moscú, Tsipras quiere causar un efecto en la alta política europea. “Las conversaciones pretenden mostrar que Grecia tiene aliados y que aún podría salir adelante sin la ayuda europea. Se crea así la impresión de que ambos países se ‘inflan' mutuamente desde el punto de vista político.”
Crédito con dificultades
También existe la impresión de que Rusia busca asegurarse la lealtad de algunos Estados europeos a través de la concesión de créditos. Esto no solo se referiría a Grecia, sino también a Hungría, a la cual Rusia le concedió un crédito de 10.000 millones de euros; o a Chipre, que en 2011 recibió 2.500 millones de euros de Moscú. Pero no es tan fácil que Grecia y Rusia alcancen este miércoles un acuerdo sobre ayudas financieras.
“Un crédito traería consigo algunas complicaciones. Naturalmente, a Rusia no se le acabarían los fondos, pero podría haber un problema con las reservas rusas”, dice Kassianov. Alexander Knobel, experto en comercio internacional del Instituto Gaidar de Política Económica, opina que Grecia no podría solicitar ayudas rusas sin antes haber roto por completo con las instituciones europeas. “No creo que Rusia pudiera comprar la lealtad de Grecia, país que está unido a largo plazo con la zona euro”, afirma.
Aspectos energéticos
Durante la visita de Tsipras a Moscú también podrían abordarse algunso asuntos de política energética. Mijail Krutichin considera que no habrá acuerdos concretos. “en alguna ocasión, Gazprom intentó tomar el control de las redes de distribución de gas en Grecia. Se tomó una decisión que no favoreció al consorcio ruso”, dice.
En cambio, podría suceder que Tsipras presente planes concretos para la participación de empresas rusas en licitaciones públicas para los derechos de explotación energética en las costas de Grecia. La idea ya fue presentada el pasado mes de marzo por el ministro griego de Energía, Panagiotis Lafazanis, pero fue considerada demasiado vaga por su homólogo ruso.
Como gesto amistoso, Rusia podría ofrecer a Grecia rebajas en los precios del gas. Grecia había obtenido algunos descuentos en años anteriores, pero esto no fue suficiente a ojos del gobierno griego. Éste pide ahora mayores concesiones y reducciones.
Empresas griegas podrían recibir ciertas condiciones ventajosas, afirma Knobel: “No se trata de un levantamiento de las contrasanciones decretadas por Rusia, sino probablemente de excepciones para materias primas agrícolas de Grecia, que podrían ser exportadas a Rusia”. Así, Rusia podría ganar el apoyo de un cabildero que contribuya a la división de la Unión Europea desde el interior del propio bloque, afirma el experto.